Por Alessia Genoves
La crisis económica global motiva al gobierno salvadoreño a implementar políticas de estabilización de precios al consumo, reducción de impuestos e incremento en el control de regulaciones. Las medidas se concretan en 11 políticas públicas, para paliar los efectos de la inflación, y el incremento de precios.
El financiamiento de las políticas de públicas será debitado del gasto corriente; es decir, de una totalidad de $5,860.9 millones de dólares del Presupuesto General de la Nación, según lo informó el titular del Ministerio de Hacienda, Alejandro Zelaya.
“Esa iniciativa le dará mayores herramientas a Hacienda y a Economía para que ninguna persona cometa abuso, sobre todo, en un contexto de crisis. El acaparamiento es un delito penado”, añadió.
Medidas anti-inflación
El gobierno salvadoreño sostiene que el mercado mundial se enfrenta a una posible escasez de suministros, por el impacto del conflicto global entre Rusia y las potencias económicas del hemisferio occidental. Prevé un impacto directo la oferta de bienes al consumo.
Las propuestas paliativas salieron a la luz ayer, y fueron detalladas por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele. Enumeró unas 12 políticas públicas, consistentes en la reducción de impuestos al comercio de artículos de primera necesidad.
Los impuestos sobre la compra de derivados del petróleo restan unos $0.26 a su precio de compra, al quedar sin efecto los Fondos de Estabilización para el Fomento Económico ($0.16); y los de tributos para la Contribución al Transporte (Cotrans) ($0.10).
“Todas aquellas cosas que se financiaban desde las pérdidas que han sido afectadas por la suspensión y los impuestos que estaban en vigencia van a ser completamente financiadas. Ninguna de ellas está en riesgo. Nadie del sector transporte puede decir que le van a incrementar el pasaje. Estamos recortando el subsidio que les vamos a dar” indicó el titular del Ministerio de Hacienda, Alejandro Zelaya.
Pese a las valoraciones optimistas de Hacienda, unos $11,5 millones de dólares dejarán de percibirse por el Estado, del Fondo de Estabilización de Fomento Económico (FEFFE), según lo anunció ayer el presidente Bukele.
Encima, las regulaciones estatales ya están incrementando, para la verificación en los precios de la canasta básica, la venta y distribución del gas propano y artículos de la canasta básica; medidas que son consecuentes a la reducción de precios.
“No vamos a afectar la salud de la población pero una vez se valida que el permiso es original; que esté en regla pues, se le da la autorización para que pueda importar de esos productos, y el mercado tenga una demanda adecuada y no se genere escasez”, añadió.
Para asegurar el cumplimiento de normas, y evitar el “acaparamiento ilegal”, el gasto público estará destinado a la inspección de las empresas proveedoras.
La medida también tiene cobertura en los servicios de comercialización y distribución de los servicios de energía eléctrica, pues la Asamblea Legislativa diseñará una Ley de Sanciones por Abusos en el consumo de derivados de Hidrocarburos, que implica a la explotación de energía generada por búnker.
Al mismo tiempo, el presidente salvadoreño anunció el incremento en la explotación de energías renovables, de empresas productoras como la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL). “La idea es tratar de reducir la utilizcón del bunker”, y del “gas”, que “pudierona incrementar la matriz de precio”, añadió Zelaya.
El Embi y la deuda internacional
Hasta el 18.79% incrementaron los indicadores de deuda país, en el conocido Índice de Bonos de Mercados Energentes (EMBI, por sus siglas en inglés). El dato representa un valor acumulado de “riesgo país” en un 3.1%, respecto al 14.91% que ya se reportaba a cierres del año 2021, según lo indicó la agencia la agencia calificadora de riesgos, JP Mprgan.
En términos prácticos, “el EMBI proporciona a los inversores una definición del mercado de deuda en moneda externa de los mercados emergentes”. Esto es así, ya que “rastrea los rendimientos totales de los instrumentos de deuda externa negociados (fijada en dólar estadounidense) en los mercados emergentes”, según lo define la agencia.
El nuevo indicador implicaría un aumento en los niveles de incertidumbre, ante posibles escenarios de riesgos de inversión, de entidades extranjeras. Sin embargo, el ministro de hacienda aseguró hoy que el gobierno ha discutido con entidades financieras, para pormenorizar su presupuesto.
“Aquellos que no se han tomado el tiempo para verificar las condiciones reales en las que avanza la economía de ElSalvador, y las finanzas públicas salvadoreñas, creo que han tomado decisiones equivocadas pero no es mi riesgo no es mi plata es de ellos si ellos quieren vender los bonos en algún momento”, indicó Zelaya.
Ésta mañana declaró sentirse “extrañado” ante los resultados de la aseguradora. Sostuvo que los datos pudieron adulterarse, al comparar el rendimiento del presupuesto salvadoreño con el de Costa Rica, que tendría una deuda ($82.5 millones) ligeramente cercana a la de El Salvador (83.1%)
“Algo no cuadra. El PIB del salvador que ha crecido casi un 11% el año pasado. El PIB de Costa Rica no se ha recuperado todavía de la caída en la pandemia. Nosotros tenemos un plan anti-crisis y tenemos un fuerte liderazgo político con consenso en el congreso o en la Asamblea Legislativa”, última cosa que diferenciaría al país con Costa Rica, dijo indicó Zelaya.
Entre otras cosas, también indicó que el pago de una deuda de $800 millones de dólares en Euronos, adquirida en 2012, comenzará a operar a partir del 20 de marzo, pero que podría depender de acuerdo al comportamiento del mercado.
“Todavía estamos terminando algunos detalles. Está casi todo listo. No es tan simple. Es un tema de timeing; de ir viendo, y midiendo las tendencias del mercado. Nosotros creemos que entre el 15 y el 20 de marzo es el timeing adecuado. Nos lo irá indicando el contexto internacional”, puntuaizó.
