A más de 36 meses de implementada la estrategia Plan Control Territorial, esta se ha vuelto la estrategia de seguridad más exitosa por décadas. A tal grado que El Salvador ha salido de la lista de los países más peligrosos del mundo, en relativamente poco tiempo.
Desde el inicio del mandato del presidente Nayib Bukele, a mediados de 2019 hasta diciembre de 2020, el país osciló entre la cuarta y la décimo sexta posición de la lista bajando la tasa de homicidios de 51.53 homicidios (por cada 100,000 habitantes), es decir, llegó a una tasa de 20.2 por cada 100.000.
Es de 2021 hasta la fecha, que el país abandonó una lista compuesta en su gran mayoría por naciones latinoamericanas. La lista hasta finales del 2021 era encabezada por Venezuela con 55.63 homicidios (por cada 100,000 habitantes), seguida de Jamaica con 49.40 y Honduras con 42.52.
Por lo tanto, la estrategia de seguridad es respaldada mayoritariamente por la población salvadoreño, lo que se refleja en diferentes encuestas de opinión tanto nacionales e internacionales.
Países de Sudamérica y Centroamérica quieren conocer el modelo y sus buenas prácticas. El Salvador, de acuerdo a las autoridades, exportará al mundo su conocimiento y aprendizaje por medio de la estrategia Plan Control Territorial, siendo la voluntad política del presidente de la república y de su Gabinete de Seguridad la primera condición.
El plan sobrepasó todas las expectativas y superó todos los obstáculos: la falta de financiamiento durante dos años, la falta de apoyo de la oposición y los adversarios del presidente Bukele y del Gabinete de Seguridad, los ataques les ha llovido por varios lados, sin resultado frente al respaldo popular al Gobierno y al Sistema de justicia.
A todo el personal de la Policía Nacional Civil y Fuerza Armada, su esfuerzo y sacrificio estos tres años no han sido en vano.
El Gobierno ha necesitado, entre críticas de una minimizada oposición, del establecimiento ya por tres períodos de tres regímenes de Excepción, por medio del cual se han capturado a más de 42.000 pandilleros y presuntos colaboradores. Las autoridades han indicado que más de 500 cabecillas han sido detenidos y en su mayoría recibirán penas de hasta 35 años de cárcel.
También más de 400 han sido liberados pues se ha corroborado que eran inocentes de acusaciones, en ocasiones anónimas, que se les achacaba.
No existe ninguna fase del Plan de Control Territorial más importante que otra. Cada una de las cuatro implementadas ha cumplido su objetivo, ha sumado y ha aportado al logro de los objetivos, ya que se han disminuido considerablemente los homicidios y otros delitos. Ya no ocupamos el nada honroso primer lugar del país con mayor violencia homicida del mundo.
En este momento nuestros niveles son comparables con los mejores en América Latina al cierre de 2021, Chile y Perú, con la observación que estos países tienen incrementos para 2022; se han disminuido las denuncias diarias de personas desaparecidas, uno de los legados y herencia de los dos gobiernos anteriores; los delitos contra la vida y el patrimonio presentan caídas considerables a mayo de 2019, pero sobre todo tenemos una Policía Nacional Civil y Fuerza Armada motivadas, con mística recuperada en cada institución y ahora modernizadas en armamento, equipos, accesorios y tecnología de última generación adquirida por el Gobierno con fondos del legislativo que en su mayoría está compuesto por una abrumadora mayoría oficialista.
