Las principales pandillas o maras de El Salvador "han activado sus estrategias para buscar acuerdos políticos aprovechando la etapa preelectoral en la que se encuentra el país", advirtió hoy el ministro de Seguridad y Justicia, Mauricio Ramírez Landaverde, quien también llamó a los políticos a negarse a esas artimañas.
En procesos preelectorales del pasado, tanto períodos para elegir a alcaldes y diputados, como para presidenciales, líderes políticos se reunieron con pandilleros, tanto para que dejaran a los ciudadanos emitir el voto en comunidades en riesgo, como para negociar prebendas con los políticos a cambio de votos.
En El Salvador los miembros de las pandillas se estiman en cifras entre 30.000 y 70.000; a ello se sumarían los parientes y amigos de los pandilleros, lo que las Naciones Unidas (ONU), estiman en casi medio millón de personas bajo la influencia pandilleril.
Hay casos comprobados de funcionarios públicos que aceptaron apoyo de pandilleros en período preelectoral, tales como grabaciones en video de reuniones de dirigentes de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), como del izquierdista y ahora gobernante Frente Farabundo para la Liberación Nacional (FMLN).
También hay procesos judiciales de líderes políticos electos que pagaron favores con empleos, dineros y otras prebendas a pandilleros que los apoyaron en las campañas electorales, tales como casos en las Alcaldías de Apopa y Usulután, al centro y oriente de El Salvador.
El ministro Ramírez Landaverde, encargado de la seguridad nacional, hizo un llamado "a cerrar filas" en contra de cualquier intento de las pandillas de hacer pactos políticos. “Hemos visto que un grupo criminal logró gobernar un municipio en Apopa. Esto nos tiene que unir como país”, recordó el algo funcionario, quien reiteró que el gobierno actual rechaza cualquier negociación o acuerdo con las pandillas.
Entre 2012 y 2014 el gobierno del FMLN, presidido por Mauricio Funes, permitió una llamada "tregua entre las pandillas" por medio de la cual bajaron los homicidios de 25 a 5 diarios; pero los líderes pandilleros continuaron cometiendo delitos desde las cárceles.
Por la referida "tregua entre las pandillas" varios ex funcionarios de Funes, así como civiles que participaron en las negociaciones están presos mientras son procesados penalmente por irregularidades como uso de fondos públicos.
Las pandillas mantienen a El Salvador y países vecinos como Honduras y Guatemala, como entre las naciones más violentas del mundo por sus altas tasas de homicidios que se sitúan entre 60 y 100.000 por cada 100.000 habitantes en 2016, según datos oficiales avalados por la Organización Mundial para la Salud (OMS).