Por: Luis Rafael Moreira
San Salvador, fue fundada en 1545 siendo la principal ciudad de la provincia de El Salvador, del Reinado de Guatemala. Después de la intervención de 1524 hace 500 años.
Lejos del poder religioso y del poder político de la Plaza Mayor o Plaza de Armas (Hoy Plaza Libertad), surgieron los primeros barrios y con ellos las primeras ordenes católicas, mismas que dominaban la España de esos años.
A los Franciscanos se les atribuye ser los primeros frailes en llegar al nuevo mundo, principalmente en los años de las conquistas (1523 y 1536), teniendo como misión principal de evangelizar a los naturales de las tierras conquistadas. En la distribución de San Salvador se les otorga el Barrio La Ronda (hoy Barrio Concepción) y el Barrio San José (lo que conocemos como Centro Histórico), es decir se le otorgan los barrios de comercio y distribución.
En el caso de los Dominicos se desarrollaron en la educación superior de la población criolla y en las prácticas devocionales de las advocaciones marianas. A ellos se les otorgan el Barrio El Calvario y el Barrio Santa Lucía (zona de la Iglesia Sagrado Corazón), esto representaba las zonas mercantiles.
Por su parte, los Mercedarios, llegaron a América a fundar casas de estudios en las zonas más desprotegidas, lugares donde levantarían más tarde sus conventos. A estos se le otorgan los sectores más populares, el Barrio la Candelaria, Barrio La Vega y el Barrio San Esteban de donde surgieron las primeras organizaciones populares de la capital, “las Cofradías”.
Las cofradías barriales del sur de San SalvadorPara el Barrio Candelaria es la Virgen de “la Candelaria”, dicha advocación proviene de las Islas Canarias, específicamente en la Isla Tenerife de los aborígenes afrodescendientes guanches, según la historia (como la mayoría) la Virgen apareció a la orilla de una playa, en donde las bestias se detenían y no avanzaban. Recordemos que el mismo Hernán Cortez llevaba al cuello una medalla de “la Candelaria” y se hacía acompañar de guerreros negros, por lo que no es extraño que sea un barrio populoso afrodescendiente cuya advocación sea el centro del sincretismo religioso. Mismo caso de Cuba y Brasil en donde “la Candelaria” es la misma deidad africana yoruba, denominada como Oyá, Oiá o Yànsá.
En el caso del Barrio la Vega sobresale Nuestra Señora de los Remedios, esta es la patrona de “los Trinitarios” (la Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos), dicha orden manifestaba la visión de unificación de los pueblos o de los condenados, según su visión resaltan al Cristo Redentor al centro de dos hombres (cautivos) a los cuales los toma de la mano, a su lado derecho un hombre de piel blanca el cual lleva en sus manos una cruz roja y azul, a su lado izquierdo un hombre de piel negra con un lazo en la mano, ambos hombres atados de los pies. La Vega refleja historias de cimarronatos de las poblaciones negras y mulatos que lucharon por su libertad, esclavos y cautivos que debían llegar al evangelio.
Por su parte el Barrio San Esteban representaba un espacio más amplio para los ladinos y los criollos, quienes buscaban brindar un aporte de caridad a los más necesitados y desprotegidos, hombres que se dedicarían hasta sus últimos días a la protección de los pobres. Cabe mencionar que este barrio tuvo muy pronto una segunda parroquia más dedicada a la educación mercedaria, la advocación a la Virgen de la Merced y su labor por la “redención” de los cautivos. En los casos de Cuba y República Dominicana la Virgen de la Merced es la misma deidad africana yoruba, denominada como Obatalá, Oxalá u Ochalá.
Con esto podemos concluir que el sincretismo religioso tradicional no tiene en su centro la devoción a El Salvador del Mundo (Patrono de San Salvador) o las celebraciones de Semana Santa. Ya que en cada rincón la religiosidad salvadoreña, representa un elemento generador de identidades, a estas alturas perdidas, pero que se pueden rescatar.
