El 22 de junio es el Día del Maestro. Los Profesores serán homenajeados de un modo diferente al habitual este año. Los actos oficiales de celebración, serán reemplazados por saludos por Zoom, o por mensajes en las redes sociales. El aislamiento social establecido para combatir el Covid-19 modificó nuestras vidas y esta efeméride no será la excepción, las herramientas tecnológicas disponibles servirán para saludar al Magisterio.
La celebración del día del maestro tuvo su origen a mediados del siglo XVII, cuando el sacerdote y pedagogo, Juan Bautista de La Salle dedicó parte de su vida a la formación de maestros que daban clase a hijos de artesanos y niños de escasos recursos. Debido a su labor, el 15 de mayo de 1950 el papa Pío XII nombró a San Juan Bautista de La Salle el “patrono universal de todos los educadores”.
En El Salvador el día del Maestro, se celebra el 22 de junio por ser la fecha del fallecimiento del general Francisco Menéndez Valdivieso, principal impulsor de la dignidad magisterial y principal reformador de la educación salvadoreña. Fue decretado en 1928 por la Asamblea Legislativa, en donde se dispuso que “no hay arte más sagrada, ni más bella y alta misión que la del Maestro, porque éste educa, enseña y redime a los pueblos”.
Ser Maestro nunca ha sido un trabajo, fácil, además de conocimientos sobre la didáctica y pedagogía se necesita mucho esfuerzo paciencia, dedicación, compromiso y responsabilidad para motivar y facilitar los aprendizajes de los estudiantes.
El Maestro es agente de cambio, que educa para la ciudadanía, con su labor lucha contra la ignorancia y la pobreza buscando que sus alumnos desarrollen las competencias necesarias para convertirse en personas que trabajen en beneficio de la comunidad en que viven.
La realidad actual del Magisterio se caracteriza por bajos salarios y un escaso reconocimiento social; Hay que decirlo, los jóvenes no se ven atraídos a ser Maestros, por las condiciones profesionales, que ofrece actualmente la carrera docente y los Maestros en servicio no se retiran porque las pensiones son miserables.
Trabajar en una Política de Profesionalización Docente acorde a la nueva realidad impuesta por la pandemia es urgente: La política debe estar orientada en primer lugar a la dignificación del magisterio y la elevación de su reconocimiento social. No se puede aspirar a una educación de calidad si la persona que está enfrente de un grupo de clase o lo hace a distancia, no cuenta con la valoración, respeto, admiración y confianza de la sociedad.
El docente tiene derecho a un trabajo en el cual sea respetado, tenga seguridad protección y la posibilidad de participar en las decisiones que le afectan. Se debe asegurar a los docentes empleos de calidad y en cantidad suficiente con salarios adecuados, estabilidad laboral, formación profesional continua y pertinente.
Existen diferentes tipos de incentivos que pueden aplicarse para hacer un reconocimiento a los docentes en día para motivarlos a desempeñarse en forma eficaz en su trabajo: La satisfacción por educar a la niñez es el mayor reconocimiento. Los aumentos de sueldo y otros beneficios monetarios también son importantes, junto a la estabilidad laboral, pensiones dignas y otros beneficios de seguridad social. Son indispensables en este momento tan retador y desafiante que vivimos. Dulces himnos cantemos de gloria al Maestro en loor.