Quien haya experimentado el amor estará de acuerdo en que no es algo sencillo ni siempre agradable. Muchas veces las relaciones se complican y lastiman. Es más, seamos honestos, duelen como pocas otras cosas. Sin embargo, nos encanta volver a hacerlo, volver a relacionarnos y volver a entregarnos.
Un video de TEDEd ofrece una aproximación filosófica a esta pregunta, y queremos compartir contigo la propuesta.
Platón
“El amor nos complementa, de nuevo”.
De acuerdo con Platón, amamos para sentirnos complementados. ¿Pero a qué se refiere con “de nuevo”? El filósofo griego creía que los humanos habían sido criaturas con cuatro brazos, cuatro piernas y dos caras, que habían molestado a los dioses y eso los dividió en dos. El amor, para él, es una búsqueda constante de esa otra mitad.
Arthur Schopenhauer
“El amor nos engaña para tener bebés”.
El filósofo alemán cree que el amor es una ilusión para manifestar nuestro deseo sexual y lo confundimos creyendo que otra persona nos hará felices, pero en realidad se trata de un engaño de la naturaleza para procrear y preservar la desgracia humana”¦ Todo parece indicar que Schopenhauer no era un romántico.
Bertrand Russell
“El amor es una escapatoria a nuestra soledad”.
Russell, filósofo británico, afirmaba que el amor es un medio para sobrevivir a nuestras necesidades físicas y psicológicas. Él considera que el mundo es complejo y doloroso, y que el amor nos ayuda a recibir el calor y la comodidad que podemos extrañar de la realidad. Así, el amor enriquece nuestra vida y aporta un beneficio a nuestra existencia.
Buda
“El amor es una aflicción mal interpretada”.
Para Buda el amor es una forma de satisfacer nuestras necesidades básicas, pero el sufrimiento, la posesión y hasta el amor romántico son una fuente de sufrimiento. Por eso, la búsqueda del nirvana erradica el anhelo y manifiesta compasión y sabiduría.
Simone de Beauvoir
“El amor nos permite alcanzar algo más allá de nosotros mismos”.
Según Simone de Beauvoir, el amor es el deseo de integrarse con alguien más y eso dota de significado a nuestra existencia. Ella centró sus reflexiones en cómo podemos amar mejor y no tanto en por qué amamos. De Beauvoir considera que darle demasiada importancia al amor en nuestra vida, así como convertirse en posesivos y dependientes, hace que el amor se convierta en un juego de poder. Para evitarlo recomienda amar de forma auténtica, es decir, como una amistad en donde la pareja se apoya y se descubre a sí misma, llegando a algo que está más allá de nosotros mismos.
Sea cual sea la postura con la que te identifiques mejor, no cabe duda de que el amor implica una serie de emociones que difícilmente podemos evitar. Quizá lo ideal es, entonces, aprender a vivirlas de forma saludable y balanceada, para evitar excesos y malos momentos.