El Salvador atraviesa por una crisis hídrica, varios son las razones expuestas por las autoridades, pero para los ambientalistas la minería es un enemigo que durante años ha perjudicado las aguas salvadoreñas y continúa siendo un peligro latente por la falta de legislación que prohíba la extracción minera en el territorio.
“Estamos hablando de una crisis del agua que se ha venido configurando por años, es una crisis de país que tiene que ver con el tema de las dificultades que existen para poder recoger agua, y desde luego por todos los procesos contaminantes que hacen parte de os procesos productivos. Sin embargo, hay una amenaza que está ahí es la minería”, señaló Edgardo Mira, de la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica de El Salvador.
Mira fue enfático que si bien es cierto, como lo han dicho las autoridades, después de dar a conocer la emergencia, la escasez de agua se debe al cambio climático, a falta de pozos abastecedores y a malas administraciones pasadas, la crisis hídrica es un problema estructural y tiene diferentes causales; y, según el ambientalista, tiene “un tronco común (“¦) y es que el modelo de producción visualiza al agua, por un lado, como mercancía; y por el otro, como una materia prima para la producción de insumos que son hasta innecesarios”.
Para el representante de la Mesa y también de CEICOM, la minería es uno de las grandes amenazas en la que van inmersos los intereses de las grandes transnacionales que ven en El Salvador una oportunidad de extraer oro a bajos costos y sin complicaciones legales debido a que no existe una ley que la prohíba.
Entre el 2000 y 2010, la dirección de Minas e Hidrocarburos del Ministerio de Economía recibió 95 solicitudes, tres de explotación minera y 92 de exploración de parte de distintas empresas. Sin embargo, una moratoria administrativa emitida en 2009 ha logrado parar, momentáneamente, las concesiones.
Para los ambientalistas la moratoria no es suficiente, pues no es garantía de que más adelante no se revoque y que la minería metálica se aun hecho. El ambientalista Carlos Flores, dijo que prohibir la minería es una oportunidad para obtener seguridad hídrica, alimentaria y ambiental en el país. “Prohibiendo la minería metálica se garantizarían las condiciones de vida en este país”, señaló en ocasión anterior a ContraPunto.
La titular del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), Lina Pohl, señaló que la entidad ha realizado esfuerzo para detener la exploración y explotación minera metálica en El Salvador.
Dijo que según la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) realizada por el MARN y el Ministerio de Economía (MINEC) son varias las razones por las que no es viable la minería metálica en El Salvador; uno de esas razones es que no hay una institucionalidad que vele porque la minería se realice de manera adecuada; Asimismo porque la minería es causa de grandes conflictos en territorios que se verían afectados “habría que resolver este problema”, mencionó.
Asimismo señaló que otra de las razones de peso para no permitir la minería metálica es “El tema del agua, ya que es un recurso muy comprometido en El Salvador, de manera que una actividad como esta podría ponerlo en un mayor riesgo”.
Río San Sebastián, el ejemplo contra la minería
Uno de los lugares emblemáticos para los ambientalistas y su lucha contra la minería metálica es el río San Sebastián, ubicado en el departamento de La Unión. Este río se ve afectado por la contaminación de metales pesados provenientes de lo alto del Cerro San Sebastián, que fue sede de actividad minera realizada, a partir de 1968, por la multinacional Commerce Group.
Sin embargo, según un informe presentado el investigador Flaviano Bianchini, el trabajo minero en manos de otras empresas en esa zona data desde 1904. El olor a moho y el agua color marrón son características del río. Por esa misma razón es el ejemplo más importante para los ambientalistas.
En 2013 las muestras realizadas por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) en el Río San Sebastián en el Caserío El Comercio en Santa Rosa de Lima, La Unión, arrojaron que las aguas están contaminadas por cianuro, hierro y otras sustancias. Por lo que los ambientalistas aseguran que El Salvador ya está pagando los costos de la Minería.
Por su parte, Mira, expuso que “otra razón para prohibir la minería es que estaríamos cerrando las posibilidades para que más empresas mineras nos demanden por no responder a sus solicitudes de permisos de exploración y explotación. Además, las empresas mineras tendrían que retirarse del país, lo que contribuiría enormemente para disminuir la tensión social y los conflictos sociales originados por su presencia en los territorios”.
El Salvador ya ha enfrentado dos demandas millonarias por parte de empresas mineras. Una de ellas es la que interpuso Pacific Rim ante el tribunal de arbitrio del Banco Mundial, el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), por haberle negado los permisos para realizar su exploración minera en Cabañas, el monto de esa demanda fue de 77 millones de dólares.
Otra demanda que ha envuelto a El Salvador ante CIADI es la puesta por Pacific Rim, luego adquirida por OceanaGold, que exigía una millonaria suma de dinero en compensación por parte del Gobierno salvadoreño, ya que estima que esas son las pérdidas que ha tenido por la suspensión de sus inversiones en el país.
Mira asegura que estos son costos innecesarios para el país, lo cuales podrían evitarse si realmente existieran leyes que prohíban la minería, que amparen el recurso hídrico y la seguridad alimentaria de la población salvadoreña.