El Banco Central de Reserva de El Salvador confirmó que el crecimiento económico en el año 2015 fue de 2.5%, el mayor registrado en los últimos cinco años. No obstante, para 2016 se prevé un crecimiento menor de 2.3% influenciado por la dinámica del entorno internacional.
Según la entidad financiera, la reducción obedece al panorama de la economía estadounidense que actualmente se perfila como primer socio comercial. Estados Unidos es el país donde llega más de la mitad de las exportaciones salvadoreñas y radican alrededor de dos millones de migrantes que envían remesas.
El presidente de la banca estatal, Oscar Cabrera, aseguró que con este panorama el país está logrando una “salida gradual” de la trampa de crecimiento que ha caracterizado la economía salvadoreña durante las últimas décadas, pese a la reducción que se prevé para este año.
Cabrera también destacó que el posible incremento al salario mínimo podría modificar las perspectivas de crecimiento para este año. Por su parte El Banco Central ha sugerido que el aumento sea del 22%, sin embargo, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos se encuentra estudiando diversas propuestas.
El banco informó a medios locales que el crecimiento de 2015 estuvo influenciado por el consumo interno, el repunte de la inversión privada y por las exportaciones además de las condiciones a nivel internacional, entre ellos la mejora de la economía estadounidense.
Entre los sectores productivos que mejor se han posicionado destaca la industria manufacturera que continúa generando exportaciones, inversión, empleo y más ingresos. Por otra parte la construcción ha rotó la tendencia decreciente, mostrando una dinamismo del 1.5%.
Otro de los factores que está influenciando la economía salvadoreña es el impacto del fenómeno del niño y el cambio climático. El sector agropecuario que continúa siendo una importante fuente de trabajo en El Salvador, generando alrededor del 20% de empleos, sufrió los efectos de la sequía más fuerte en los últimos 44 años.
Autoridades salvadoreñas aseguran estar haciendo esfuerzos por reducir los efectos, adaptarse a las nuevas condiciones, mejorar las prácticas de los agricultores y concientizar ante la problemática que golpea a nivel global.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) ha señalado que solo en 2014 las pérdidas en la agricultura por la falta de lluvias ascendieron a más de 70 millones de dólares; mientras que en 2015 las pérdidas fueron más de 75 millones de dólares.
Con miras al panorama en 2017 se espera que la economía salvadoreña retorne a la tendencia creciente del dinamismo económico, iniciando con un 2.5% y apuntando al 2.6% en 2018.
De acuerdo con los análisis la evolución está sustentada en expectativas favorables en tema de inversión privada y el consumo privado, además de la mayor capacidad adquisitiva de los hogares, sin embargo, las proyecciones están sujetas a variables que pueden cambiar como el cambio climático, costos de violencia, precios del petróleo y los precios de productos tradicionales como café y azúcar.