Científicamente la inteligencia económica es una especialidad de la investigación o análisis económico, cuyos fases son: marco teórico, hipótesis, operacionalización de hipótesis, recolección de datos, procesamiento de datos, análisis de la información, redacción de conclusiones y recomendaciones, publicación (difusión).
El objeto de estudio de la inteligencia económica es principalmente las características de la competencia en los mercados de bienes, servicios y factores de la producción (trabajo, capital, tierra o espacio y tecnología), así como las intenciones de políticas gubernamentales en los países en que la institución produce o vende sus productos o servicios, para su utilización en la toma de decisiones institucionales para identificar oportunidades, amenazas, problemas, prevenir riesgos e influenciar su espacio económico; incluye también lo relativo a la protección de la información propia (contrainteligencia económica).
Las áreas de la inteligencia económica son: vigilancia estratégica o adquisición de la información de la competencia, de las instituciones reguladoras y supervisoras, así como de los centros de investigación, para anticiparse a los acontecimientos; validación y valorización de la información; análisis o desciframiento de la misma; redacción de conclusiones y recomendaciones; protección de la información confidencial de la institución; y propagación de información que favorezca la estrategia institucional. El trabajo de inteligencia económica no debe utilizar prácticas de espionaje económico, tráfico de influencia y apropiación indebida.
La inteligencia económica es útil a las empresas privadas, así como a las instituciones del Estado que pretenden fortalecer la competencia o caracterizar las fuentes de sus ingresos, las características de los factores de producción utilizados, la imagen que tienen los usuarios de la misma y el impacto de sus programas y proyectos.
Desde el punto de vista metodológico el marco teórico de la inteligencia económica es la identificación teórica de las variables externas que determinan el éxito de ese tipo de institución (rentabilidad, eficiencia y eficacia); las hipótesis son las variables teóricas y estratégicas externas que más influyen en los resultados de la institución en particular, en ese momento histórico; la operacionalización de hipótesis es la identificación de indicadores y de las preguntas a ser respondidas para obtener los datos que permitan conocer los valores o datos numéricos de los indicadores de esas variables; la recolección de datos es obtener las respuestas a esas preguntas; el procesamiento de datos es la agregación de datos para generar indicadores cualitativos y cuantitativos de información estratégica del medio económico y social en que está inserta la institución; el análisis de datos es la lectura y comprensión económica de los resultados que muestran los indicadores, utilizando las relaciones expresadas en las hipótesis, sobre la forma en que el entorno económico y social influye en la institución; las conclusiones son las posibles interpretaciones interdisciplinarias de los aspectos más importantes de los resultados obtenidos del análisis de los datos; las recomendaciones son las propuestas interdisciplinarias de las decisiones que debería adoptar la institución, para enfrentar positivamente las características específicas o particulares de su entorno; la difusión es el proceso de hacer llegar el valor de los indicadores, el resultado del análisis económico de los datos, las propuestas interdisciplinarias para la toma de decisiones, a las unidades institucionales según las necesidades de información de las mismas.