No sé, pero creo que hay más de 200 insultos en español como para darse el lujo de utilizarlos. Los insultos tienen la peculiaridad de ser más, o menos, ofensivos, pero ya es pasarse cuando se escribe “el [cobarde] de Nayib Bukele”, para no ser tan ofensivo. No obstante, nadie nos garantiza que fue o no fue Lorena Peña y como joven estudiante que está escribiendo un artículo del que debe ser todo verídico, lo mantengo en “˜inocente”™.
Lo que fue muy sorprendente tras este caso pueden ser las reacciones. En Twitter hubo personas que criticaron que “˜la diputada tenga ese vocabulario”™, antes de comenzar a santificar a cualquiera, TODOS hemos dicho un insulto en alguna ocasión, ese insulto ha servido como un adjetivo calificativo para la persona a la que va dirigido, por ejemplo, Maximiliano González es conocido como “˜el gordo Max”™, de esta forma: “˜gordo”™ es el adjetivo calificativo y “˜Max”™ es un diminutivo de su nombre.
Habiendo explicado esto, ¿por qué insultar a alguien sin razón? En un documental mostraron la respuesta al porque decimos groserías, en parte se debe a que eso nos hace sentir mejor, se debe a una “˜liberación”™ de nuestros sentimientos. Al sufrir un daño físico tendemos a decir una grosería que hace que ese dolor no sea tan doloroso, de esta forma, cuando Narcisa Escobar llamó “˜bruja”™ a la persona que le dio la muñeca a su nieta, ella se estaba desahogando y liberando toda su furia.
Con todo esto no quiero justificar a nadie, pero ¿qué todos son gilipollas aquí? Dicen que “el que la hace la paga” y pues alguien grita “¡devuelvan lo robado!” frente a un candidato que es seguido por las personas que lo apoyan, es lógico e inadmisible que lo primero que recibirás es una buena paliza, no es lo mismo ser de renombre que ser un simple salvadoreño y tampoco son lo mismo las redes sociales que la vida real. En una caravana de la Alianza Republicana Nacionalista un grupo de niños se puso a gritar el emblema mencionado, pero ¿un grupo de niños? Los niños imitan cualquier tontería que ven.
Se supone que la campaña se llevaría en un ambiente de paz entre todos los partidos y se mostraría la unidad que tenemos como salvadoreños, pero la realidad ha sido una campaña de odio. Yo, en la mente de Nayib Bukele, hubiera ido al debate presidencial, hubiera tomado el poco tiempo para responder y en medio de mi respuesta preguntaba ¿qué esperan hacer con el dinero tomado del pueblo salvadoreño para su propio beneficio? Pero no, se va a retransmitir su plan de gobierno y cita a un montón de gente en el documento. Para colmo, incrementa el odio por hacer eso.
Finalizaré diciendo que necesitamos más paz en un país lleno de violencia y que los insultos no nos llevarán a nada bueno, así que antes de insertar un insulto, colaboremos para mejorar.