Los huertos escolares son un componente importante de la pedagogía y un medio para fortalecer la dieta alimenticia en el refrigerio de miles de estudiantes de las escuelas salvadoreñas, que además se apoyan en el arte para la prevención de la violencia.
“Hemos aprendido mucho como cultivar un huerto escolar, saber que utilizar para sembrar ayotes, chile, lechuga, mora y otras hortalizas, además nos enseñaron a utilizar abono y fertilizantes naturales, sin químicos”, dijo Astrid Johana Ancheta, alumna del Centro Escolar “Profesor Ricardo Argueta Linares”, del cantón Llano de Doña María, Ahuachapán.
El proceso promueve el involucramiento con la técnica de “aprender haciendo” por parte de los estudiantes acompañados de las docentes, pero que dicha experiencia se ha transmitido entre las madres y padres de familia en sus casas.
“Con los huertos escolares nos ayuda en la alimentación de las estudiantes, también las madres y padres de los jóvenes han cultivado huertos familiares en sus hogares, replicando esta experiencia”, manifestó Nelson Barrientos, maestro de Ciencias Naturales de dicho centro escolar.
Este esfuerzo pretende que los menores puedan desarrollar habilidades y capacidades que les permitan transformar sus vidas y problemas asociados con la pobreza y condiciones de vulnerabilidad, explicó Karen Ramírez, del programa de gestión de riesgos de la Asociación Salvadoreña de Ayuda Humanitaria Pro-Vida.
Sofía Cruz Flores, del Centro Escolar “Profesor Ricardo Argueta Linares”, cantón Llano de Doña María, Ahuachapán, muestra una de las artesanías elaboradas con base a la técnica del reciclaje.
“Este proyecto busca desarrollar capacidades en las docentes y estudiantes sobre temas de agua, saneamiento y medio ambiente (reciclaje, tratamiento y manejo de desechos sólidos), así como usar el arte y actividades lúdicas para la promoción de derechos humanos, de las mujeres, educación sexual y reproductiva, entre otros”, afirmó Ramírez.
Fomentar una cultura de convivencia, favorecer los procesos de aprendizaje de los estudiantes y aportar al Programa de Alimentación y Salud Escolar (PASE) es el objetivo del programa de Huertos Escolares que promueve buenas prácticas alimenticias, comentó Jessica Valdez, gobernadora suplente del departamento de Ahuachapán.
“El proceso intenta fortalecer las relaciones entre maestros, niñas, niños y adolescentes a través del aprender-jugando con estos huertos escolares que se involucran las madres y padres de familia también, que contribuyen a una enseñanza pedagógica y favorece los lazos de cooperación de la comunidad”, aseguró la funcionaria.
Los “Huertos Escolares” son un proyecto social que impulsa el gobierno nacional a través del Ministerio de Educación (MINED), el Ministerio de Gobernación (MINGOB), la Asociación de Mujeres Tecleñas (ATM), Solidaridad CVX, PRO VIDA y la agencia de cooperación OXFAM.