Por Ernesto Panamá
Hemos vivido el odio, la guerra y somos conscientes de sus dañinos efectos. No ignoramos que el progreso se logra estando bien informado, con trabajo y unidad de esfuerzos.
En El Salvador, la revolución cubana permitió a los gobiernos de Estados Unidos de Norte América imponer “democráticamente” gobiernos militares a partir del año 56, luego del derrocamiento del coronel José María Lemus, electo con más del 90 % de los votos. Lemus se inclinaba por implementar reformas sociales, razón que lo volvió incompatible con los intereses de la potencia y fue derrocado.
La polarización política, debe entenderse como el enfrentamiento entre la izquierda y la derecha, el capitalismo y el comunismo o el socialismo, enfrentamiento que no existía y debió implantarse en nuestra sociedad y la continental.
La polarización es parte de la guerra política y fue promovida e implementada por medios de prensas, vueltos medios de propaganda quienes promovieron los intereses de quienes compraban publicidad en sus medios. El odio de clases se fomentó hasta enfrentar a los salvadoreños, obligando a sus gobiernos a endeudarse para enfrentar la guerra a la que eran conducidos.
El binomio de dominación, endeudamiento y guerra se cumplían.
La misma receta se había aplicado en el sur de américa en los años 60 y 70 a chilenos, argentinos y uruguayos naciones cuyos gobiernos fueron derrocados, sus líderes asesinados y enfrentados sus pueblos destruyeron sus economías, creando gobiernos con enormes necesidades de endeudamiento, lo que los volvió dóciles a los mandatos de los acreedores.
A este camino conducía la propaganda a los salvadoreños, mientras se daba la caída de Anastasio Somoza en Nicaragua, favorito de gobiernos norteamericanos durante décadas.
El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial forman parte de la estructura que promueve el endeudamiento y luego demanda sumisión a sus mandatos.
Los “planes de desarrollo” que ellos financiaban debieron implementarse y contemplaban mínima inversión en educación, con lo que mantener a las mayorías ignorantes y dóciles se aseguraba. Los planes de desarrollo impuestos tenían como propósito beneficiar a la nación prestamista y sus asociados quienes explotaban recursos y servicios locales sin transferir tecnología, ni paga justa por su explotación.
Crear guerras, endeudar, dar golpes de estado, establecer gobiernos títeres y corruptos, ha sido el sistema empleado por los gobiernos norteamericanos para extender su “influencia” en distintos continentes.
Mi comprensión política en los años 80 no conocía de esto, y la propaganda de polarización de izquierda y derecha me hacía creer que la solución era imponer la derecha. Reconozco que formaba parte de los idiotas manipulados.
Ante el empuje de la izquierda seguir a la derecha, llegando a ser fundador de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) institución que gana la presidencia de la Asamblea Constituyente en medio de la guerra, la que se extendería por 20 años y llevaría a la muerte del 1 % de la población salvadoreña.
En El Salvador, durante la guerra se dan dos elecciones presidenciales la primera es manipulada por la Casablanca, y ocupa la presidencia el Ing. Napoleón Duarte.
Sin duda lo actuado por los gobiernos norteamericanos desde los gobiernos militares, de ARENA del FMLN, no habían traído al pueblo salvadoreño el mínimo progreso.
Los bajos resultados en votos de ambos partidos en la elección legislativa del 2015 y la victoria de Bukele a la alcaldía de la capital en el mismo evento electoral, a pesar de correr abanderado por el decadente FMLN, alarmó a los dueños de la finca quiénes ven próximo el fin del bipartidismo que controlan.
El día previo a la elección en entrevista que ofrecí a la UCA 2, 3 declaré que el apoyo popular estaba a favor de Nayib, expresé que si no lograba la mayoría en primera vuelta con más de 50 % de los votos las probabilidades del fraude electoral eran elevadas.
Los dueños de la finca a través de los asalariados de ARENA y el FMLN descaradamente se dedicaron boicotear y dilatar proyectos, inversiones, créditos gubernamentales, pero a pesar de eso el gabinete respondió con alternativas y se dieron reformas legales, equipamiento de hospitales, fuerzas de seguridad, nuevos proyectos, ayuda social, vacunas gratis, mostrando el valor de sus palabras a decir: “si no se roba alcanza”, una realidad que el pueblo valoró haciéndole ganar más adeptos.