Y lo está haciendo bien
Los sabelotodo “de izquierda” que afirman que algunos “académicos” o “intelectuales” son los que influyen en la dirección de CODECA-MLP indicándoles a sus miembros lo que tienen qué hacer, lo dicen porque están convencidos de que el pueblo es incapaz, tonto y manipulable debido a que es pueblo, indígena, campesino y pobre. Qué equivocados están. Su racismo ―disfrazado de indianismo― facilitó el genocidio y, ahora, le siguen negando capacidad de gestión política, liderazgo y creatividad táctica y estratégica a los dirigentes populares, pues suponen que éstos necesitan de una “vanguardia” que los manipule (como lo hizo la dirigencia guerrillera) en calidad de carne de cañón. No pueden aceptar que el pueblo sea capaz de dirigirse solo. Esto ―en lo cual están hermanados con la derecha― simplemente no les cabe en la cabeza. Porque su cabeza se quedó extraviada en los 70 y derrotada en la claudicación del 96.
Por otro lado, la diferencia entre un académico “vanguardista” que pretende decirle al pueblo lo que tiene que hacer, y un intelectual orgánico del pueblo, es que éste observa, estudia e interpreta lo que el pueblo hace y luego lo explica y, si circunstancialmente se da el caso, le devuelve al pueblo su análisis por si a éste le sirve de algo en su acción liberadora. Hay pues una diferencia radicalmente cualitativa entre un académico “vanguardista” y un intelectual orgánico de su pueblo. Empezando por que el intelectual orgánico no circunscribe su relación con el pueblo a un discurso enunciado desde un campus universitario, y terminando con que corre la misma suerte del pueblo en su accionar político. Un riesgo que ―es obvio― el “revolucionario” de “izquierda de campus” no está dispuesto correr.
Algo similar pasa con los grupitos de “revolucionarios rosados” de Facebook y Twitter, que son valientes tras el arbusto de la compu o el cel, o en las plazas de las revoluciones de colores. Pero pensar con (no por) el pueblo y actuar con (no tras) el pueblo, eso no son capaces de hacerlo. Oportunistas sí que son. Porque ante el sorpresivo resultado de las elecciones se han hecho súbitos adeptos del MLP queriendo mitificar a Thelma con fotos glossy a lo National Geographic, sin captar que lo que importa es CODECA y no la persona que representa a miles y miles de mujeres y hombres con su mismo temple, convicción y arrojo. Quieren hacerla otra Menchú. Pero Thelma no va a caer en esa trampa mediática de la geopolítica y sus agentes oenegeros locales. Qué va.
Más les vale aceptar que aquí el pueblo se está dirigiendo sólo y que lo está haciendo bien. Pues mientras más “anomalías” brotan de la elección, más votos tiene el MLP. Y no sería raro que haya llegado más allá del tercer lugar en la votación. Ojo, pues, torpes infiltrados de ocasión.