lunes, 13 mayo 2024
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El periodismo después de las elecciones

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El rol del periodismo fue fundamentalmente importante, me refiero no únicamente al día D 28 de febrero, sino desde mucho más antes que de acuerdo a la ley se hiciera oficialmente el llamado a las elecciones

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Las elecciones 2021 terminaron. Como en todo proceso electoral hay ganadores y perdedores. Se trató de un proceso electoral en la que cerca de 2 mil 200 cargos públicos estaban sujetos a ser relevados o reafirmados para un mandato que durará de tres años, propietarios y suplentes para la Asamblea Legislativa, Parlamento Centroamericano y concejos municipales.

El rol del periodismo fue fundamentalmente importante, me refiero no únicamente al día D  28 de febrero, sino desde mucho más antes que de acuerdo a la ley se hiciera oficialmente el llamado a las elecciones.  

Brindo mi reconocimiento al periodismo salvadoreño, por asumir con profunda vocación de servicio su rol, surgieron programas de radio y TV que pedagógicamente generaron la información suficiente, donde los candidatos y candidatas a elección popular tuvieron la oportunidad de expresar sus opiniones sobre los grandes temas de país.

Posiblemente muchos de los espacios no tuvieron la altura de un debate democrático, pero personalmente creo que hubo un porcentaje de ataques más que de exposición de plataformas programáticas; estas fueron las grandes ausentes en los programas de opinión periodísticos.

En procesos electorales pasados, el gran tema de expectativa era si los candidatos favoritos en las encuestas concurrirían o no a los llamados “debates” esta vez no fue así, nadie extrañó esa modalidad, sigo creyendo que es necesaria y no solamente en procesos electorales, debería ser implementada permanentemente como una forma de transparentar nuestra democracia.

Sin duda, fue una campaña cargada de todo, pero con una gran dosis de mayor presencia del partido ganador, la redes también jugaron un rol fundamental que ponen entre dicho el tema de la efectividad e inmediatez de los medios tradicionales de comunicación que tienen que seguir reinventándose para su audiencias,

Mi reconocimiento para los periodistas salvadoreños, hombres y mujeres  considero que hay una muy buena generación de periodistas jóvenes con una gran capacidad de preparación que se han combinado con los periodistas de mayor trayectoria y que demostraron que pueden interactuar dos y hasta tres generaciones para entregar un periodismo efectivo a la ciudanía e incluso en los medios estatales, su aporte fue valioso y orientador.

Aún nos falta por avanzar, es cierto que hay sectores muy aislados que incomprenden todavía el trabajo de los periodistas, hay empresarios que también pese a tener medios de comunicación ven como instrumentos a los comunicadores, hay otros que tienen odio contra periodistas, y los descalifican primero por el rol por el que laboralmente desarrollan, loable y entregado de manera parcializada a la verdad, algunos victimizados, eso también vende en algunas democracias.

Pero en general, debemos reconocer que nuestro periodismo es importante y que los primeros en defenderlo debemos ser nosotros mismo, los  periodistas y la manera de cumplir ese mandato es entregando buenos productos informativos con  informaciones completas, investigadas, equilibradas, objetivas. El trabajo del periodismo una vez pasada las elecciones es garantizar y fiscalizar que se cumplan las promesas que se prometieron en campaña.

Lo que suceda después de las elecciones también será responsabilidad del periodismo, si nuestras audiencias estuvieron bien informadas habremos cumplido que su decisión no fue emocional sino consiente.

Nuestro periodismo salvadoreño no es perfecto, sigue teniendo sus errores a veces con visiones contaminadas de instrumentos de ataque y de una supervisión parcializada hacia los sectores que por transparencia deben de rendir cuentas. Con tareas de asumir para cambiar en la vida de un país que desde el pasado histórico cercano, está  plagado de actos de corrupción, nepotismos, abuso de poder, encubrimiento de delitos y de silencios de casos de injusticias, los remanentes de las dictaduras pasadas aún permanecen, en una cultura donde el odio es fácilmente atizado.

Sin embargo reitero el orgullo por el trabajo que realizamos en esta última elecciones, a los políticos que ocuparan sus nuevos cargos, éxitos en su gestión y a cumplir sus promesas, estaremos prestos a seguir informando sobre su rol político en favor de los sectores que representaran en sus cargos de tres años, que terminará para algunos el 30 de abril de 2024. Pero recordemos cuando uno asume hacer periodismo es para siempre, ese es un apostolado, los cargos pasarán pero el periodismo nunca terminará. 

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Rigoberto Chinchilla
Rigoberto Chinchilla
Periodista salvadoreño. Graduado en la Universidad de El Salvador (UES); colaborador y columnista de ContraPunto

El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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