El gobierno de turno afirma que próximamente creará una comisión internacional contra la corrupción y la impunidad, copiada de la creada en Guatemala. Al respecto conviene considerar algunos elementos, a saber:
1. De las primeras cosas que el gobierno de turno hizo fue eliminar la secretaría de transparencia y anticorrupción. Tenían derecho constitucional y administrativo para hacerlo, pero en lugar de eliminarla de un plumazo podrían haberla robustecido. Contrario a eso, enviaron un poderoso guiño simbólico a la impunidad.
2. El presidente de turno y la mayoría de su gabinete, no han presentado su declaración de patrimonial a la sección de probidad de la Corte Suprema de Justicia como les manda la Constitución Nacional. Para el caso, su excelencia de turno no la presentó desde que era alcalde de Nuevo Cuscatlán y San Salvador.
3. Durante su campaña electoral, el gobernante de turno dijo en twitter que eliminaría las partidas de gastos reservados de la presidencia. A casi 3 meses de haber tomado posesión su ministro de hacienda anuncia que la partida de gastos reservados no será eliminada. Otro guiño a la opacidad.
4. El gobierno de turno estaría protegiendo y manteniendo con privilegios a la ex fiscal guatemalteca Telma Aldana, acusada por corrupción en su país, según revelaciones del ex presidente Mauricio Funes. La ex fiscal chapina estaría asesorando al presidente de turno salvadoreño para la creación de la "CICIES". Irónico. Una señalada por corrupción sería asesora contra la corrupción
5. El gobierno de turno estaría fuertemente vinculado a señalados por delitos de corrupción y narcotráfico. Algunos personajes son parte del gabinete del presidente.
6. El Presidente de turno no habría declarado al fisco las fuertes ganancias que sus empresas obtuvieron. Junto a la falta de declaración de su patrimonio son otros guiños a la opacidad.
7. La carta magna salvadoreña establece que en El Salvador existen: la Fiscalía General, investigadora y acusadora del Estado; la procuraduría general, defensores públicos; la sección de probidad de la Corte Suprema, que controla los patrimonios de funcionarios; la Corte de Cuentas, que audita administrativa y financiera mente a todas las entidades del Estado; la procuraduría para la defensa de los derechos humanos y la misma Corte Suprema de Justicia. Los titulares de las entidades mencionadas son electos por el congreso según establece la Constitución de la República. El congreso es plural, representativo y democrático. Le guste a quien le guste. Le pese a quien le pese, ese es el necesario juego de pesos y contra pesos en el Estado.
Entonces, la propaganda gubernamental busca lanzar una cortina de humo para tapar los hechos que el ejecutivo de turno rehúsa aclarar. ¿Quién financiará la “cicies”?; ¿Qué atribuciones tendría?: ¿qué criterios y medios utilizará?
Impulsar la creación de una "Cicies" es inconstitucional y sería igual a admitir abiertamente que las entidades del Estado son fútiles, que en el país sólo funciona el presidente de turno aunque no rinda cuentas a nadie violando con ello la Constitución nacional.
Una "cicies", subyugaría las facultades del Estado establecidas en la Constitución. Y en El Salvador, a diferencia de sus vecinos del área, para bien y mal, el Estado todavía funciona. Así lo establecen estudios. Y el resultado electoral del 3 de febrero de 2019, es el mejor indicador de eso.
Si la llamada "cicies" se establece en el país, debería comenzar investigando al presidente de turno y su gabinete. No se sabe si al final se creará, ni qué facultades tendría, pero como sabemos, solo se trata de una cortina de humo que se esperamos no se convierta en “cacería de brujas” a la oposición política.