La sociedad mexicana es cada vez más abierta, tolerante y laica, en contra de lo que en una primera reacción se pudiera pensar. El camino por andar en este proceso es todavía muy largo, pero son cada vez más los ciudadanos que reconocen la diversidad y asumen que todos, en independencia de sus diversas preferencias, deben tener los mismos derechos.
Más allá del número de las personas que el sábado pasado se manifestaron a favor o en contra del matrimonio igualitario en la Ciudad de México -los organizadores y las autoridades dan números muy distintos-, es importante conocer qué opina la gran mayoría de la ciudadanía, la que no se manifiesta de manera pública.
Una encuesta realizada por Reforma (20.09.16), entre el 14 y 15 de septiembre, al calor de la discusión sobre los matrimonios igualitarios, ofrece unos primeros datos sobre lo que piensa la mayoría silenciosa; 78% de la misma considera que es más importante tratar a todos por igual ante la ley, respetar a todos sus derechos, que sus creencias religiosas.
En el mismo sentido 90% de los encuestados está en contra de que se limiten los derechos de los indígenas; 90%, los de los discapacitados intelectualmente; 84%, los de los inmigrantes, y 78%, los de los homosexuales. Son números que revelan cambios en la manera en que la sociedad asume la diversidad cada vez más presente en la realidad mexicana.
La encuesta, con un nivel de confianza de 95%, indica que 42% de quienes responden considera que la unión entre personas de un mismo sexo debe ser reconocida por la ley con los mismos derechos que tienen los matrimonios entre personas de distinto sexo; 38%, que no debe ser reconocido por la ley, y 18% piensa que sí, pero con menos derechos.
De los encuestados, 45% piensa que como sociedad no hemos hecho lo suficiente para evitar la discriminación de los homosexuales; 24%, que su situación es adecuada, y 21%, que se les han dado demasiados derechos.
Casi la mitad de la ciudadanía es consciente de que es mucho lo que se debe mejorar en este campo. Sobre la adopción por parte de las parejas de un mismo sexo, 53% se manifiesta en desacuerdo; 39%, de acuerdo, y 8% no tiene una opinión.
La negativa es mayoritaria, pero con relación a encuestas pasadas crece el número de las personas que aceptan esta posibilidad. La intensa discusión de estas semanas sobre el matrimonio igualitario habla de una sociedad viva, con posiciones distintas, inmersa en un proceso de cambio cultural importante. Hay un México con maneras de pensar propias del pasado y otro en crecimiento, con una nueva mentalidad más compleja, abierta y tolerante. Se puede estar o no de acuerdo con ellas, pero ambas merecen respeto.