lunes, 13 mayo 2024
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¿Ahora qué?

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Estuve leyendo sobre censura, igual, yo me censuro y no escribo sobre eso, pero leo lo que otros escriben sobre su autocensura o la censura de sus gobiernos. Ya he escrito “El caso Marduk” para este medio y “El señor de la censura” en un blog personal, pero en dos meses han existido avances y curiosidades que he notado en el paí­s por lo que me pregunto ¿ahora qué?

¿Ahora qué? Resulta que un piropo es un insulto, pero un “ella es una bandolera, me dijo que estaba soltera y ahora resulta que” eso no es un insulto a la mujer. Si tanto insisten en que hay que respetar a la mujer ¿por qué no comenzamos por prohibir el reguetón? Realmente, aunque no me guste decirlo, si comenzamos con eso terminaremos censurándolo todo.

Entonces, ¿hasta qué punto podemos censurar? Si cada quien es libre de disfrutar ¿por qué no dejar a todos libres con lo que quieran escuchar? Mientras escribí­a un artí­culo llamado “La valoración del rap en un paí­s altamente reguetonero” me di cuenta de que hay casos de censura que el paí­s los ha dejado pasar porque son contra las normativas del Estado.

En pocas palabras, cada quien tiene lo suyo y si ese “quien” quiere hacer música basada en grupos delictivos que lo haga, cada quien puede cantar lo que quiera. Pero, ¿por qué nos preocupamos por censurar lo que “provoca” o incita la violencia cuando censurar cuenta como violencia? Es un acto de doble moral en el que el malo es el delincuente que quiere cambiar y no los policí­as que decomisan las revistas antes de la divulgación.

Mientras siga viviendo en El Salvador tendré presente que no es tan fácil lidiar con la censura, por ejemplo, yo no tengo un ente que regule lo que escribo o lo que digo en el blog, pero si en dado caso menciono algo comprometedor tengo a parte de la familia diciendo que me he pasado de la raya. Mas ¿qué es pasarse de la raya? Es violar un lí­mite.

Ahora que hemos visto esto, ¿con qué podemos continuar? Realmente no debemos censurar nada, o sea, ya tenemos la suficiente censura como para continuar con esto, así­ que cuando consideremos que realmente pueden censurar no pienses en censurar a nadie, porque llegará el momento en que puedan quitar lo que más te gusta y sufras al no tenerlo o verlo poco.

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El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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