La monotonía cotidiana y el ambiente navideño que se vive en San Salvador fueron interrumpidos, este sábado, con la emotiva ceremonia de inauguración de una plaza para rendir tributo a la obra y legado del exrector de la Universidad de El Salvador (UES), Félix Ulloa (capellán).
Desde muy temprano las autoridades de la alcaldía capitalina iniciaron las medidas respectivas para recibir a los invitados especiales en la final 25 avenida Norte, a un costado del hospital Benjamín Bloom, sector donde se realizó el reconocimiento póstumo.
Al caer la tarde, los amigos, familiares llegaron a la zona y de igual forma lo hicieron políticos y personalidades del cuerpo diplomático.
En la plaza, se respiraba un ambiente de regocijo de parte de los familiares, ya que con esto le pone culmen a 39 años de lucha para que se visibilice la obra dejada por el ingeniero, quien fue asesinado por grupos paramilitares el 28 de octubre de 1980
Lea también A 39 años del asesinato de Félix Ulloa, rector de la Universidad de El Salvador (UES)
El primero en declarar fue el alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, quien expresó que esta obra era necesaria para realizar el trabajo de quienes le han aportado mucho a nuestro país, sin importar las ideologías.
"Quiero felicitar la incansable lucha del colectivo de los estudiantes de la Universidad de El Salvador, quienes con la familia Ulloa han trabajado de la mano para hacer este simple homenaje", expresó Mushondt.
En este sentido, recalcó que la vida de Ulloa no fue fácil pero su perseverancia y su tenacidad permitieron destacar en el país.
Luego, Delmy Duarte, miembro del colectivo de la Universidad de El Salvador, dio un breve recorrido en la vida del ingeniero, en el cual destacó las diferentes facetas del ingeniero.
Entre los aspectos que Duarte destacó estuvo el recorrido que Ulloa dio por el mundo académico y los cargos que desempeñaron. A los 16 años, se graduó como maestro de Instrucción Pública Primaria y en la década de 1950 ingresó a la Escuela Normal Superior, para seguir sus estudios de docente, y luego estudió su bachillerato en Costa Rica.
“Es un digno ejemplo para la juventud salvadoreña y que sin ninguna vacunación llamamos un académico del pueblo, descanse en paz porque usted cumplió su misión y ahora su pueblo lo recuerda con cariño… Dichosos los pueblos que recuerdan a sus muertos, porque ellos vivenán para siempre ", expresó Duarte.
Por su parte, Mauricio Ulloa, hijo del exrector y miembro del proyecto VIDAS-VÍCTIMAS DEMANDANTE, sostuvo que fue una lucha dura que les llevó a lograr el reconocimiento de su padre.
"Tenemos 39 años y no sabemos quién dio la orden, no sabemos quién disparó y es una deuda histórica que tenemos. Ojalá tengamos vida para saber eso, no para venganza, eso es lo que menos se nos ocurre en la cabeza, pero sí queremos saber la verdad. El pueblo debe saber la verdad ", expresó Ulloa.
Además, grabe las “peripecias” que hicieron para poder evitar el asesinato del ingeniero, pero finalmente el grupo paramilitar realizado la muerte.
Por su parte, Félix Ulloa, vicepresidente de la República e hijo del exrector, destacó que si el legado trascendiera más de lo anecdótico sería bueno que se viera a esos seres humanos de carne y hueso, las condiciones adversas que les presentan los desafíos desde muy temprana edad.
"Que bien que lo estamos haciendo 39 años más tarde, bajo la administración de Ernesto Muyshondt del partido ARENA, para pensar un poquito que significa este evento en estas condiciones", dijo el vicemandatario.
Ulloa aseguró que este es un evento de suma importancia debido a que es una señal de nuevos tiempos debido a que antes de la derecha y la izquierda no hubieran estado juntos en este tipo de actividades.
“Antes casi sin problemas pero casi con ningún contacto con ARENA, era casi una condición de mantenernos distantes de ARENA porque lo considerábamos como el enemigo no el adversario sino que el enemigo y estamos mandando un mensaje que debe ser entendido como el signo de los nuevos tiempos , un reconocimiento que hace una administración de ARENA a un profesional totalmente identificado con la izquierda, es un mensaje poderoso que cualquier documento firmado y que cualquier papel, esto es en vivo y en directo una señal de reconciliación que debemos mandar ”, acotó.
Por su parte, el exalcalde de San Salvador, Carlos Rivas Zamora, concordó con el vicemandatario al decir que los salvadoreños necesitan "sanar los corazones".
Además, dijo que el legado del ingeniero es de lucha al no permitir que la UES perdiera su rumbo.
Luego de este acto, la alcaldía de San Salvador inauguró una plaza que fue bautizada como "Plaza Rector Mártir Ingeniero Félix Ulloa".
Ulloa es recordado con gran estima en la Universidad de El Salvador
Ulloa fue uno de los rectores que gracias a la autonomía que ejerció, la Universidad de El Salvador se convirtió en un lugar seguro para las reuniones de movimientos sociales y de otras fuerzas democráticas, además, durante su mandato como rector se le otorgó un Doctorado Honoris Causa, monseñor Oscar Arnulfo Romero, ahora Santo salvadoreño.
Al momento de su magnicidio, el Rector Ulloa se dirigió a Ginebra en una reunión del Servicio Universitario Mundial del cual él era presidente.
Meses antes de ser asesinado, Ulloa realizó una campaña nacional e internacional de solidaridad con la Universidad de El Salvador, titulada: «La Universidad se niega a morir. Dicha campaña tuvo mucho eco en el mundo de la academia dentro y fuera del país que dejó como resultado la solidaridad de prestigiosas universidades de Europa, Estados Unidos, Canadá, México y otros países de América Latina con la UES.
Félix Antonio Augusto Ulloa, nació en la ciudad de Chinameca, Departamento de San Miguel, El Salvador, hijo de doña Ana Josefa Ulloa Parada, originaria de San Alejo y del Dr. Adolfo María Eguizábal y Morán, abogado oriundo de Ahuachapán.
Su niñez la pasó más cerca de su abuela materna Justa Ulloa, con quien vivió en condiciones de mucha pobreza, situación que lo obligó a trabajar desde temprana edad como cortador de café en las fincas del cerro el Imbo y la laguna del Pacayal.
El dinero que obtiene lo que utiliza para la compra de útiles y uniformes escolares para poder asistir a la escuela. Esta situación particular se originó ya que el Dr. Eguizábal y Moran, quien había llegado a Chinameca como Juez de Primera Instancia, fue trasladado a Santiago de María, Departamento de Usulután. En su calidad de administrador de justicia, tuvo que enfrentarse a los intereses de diversas familias cafeteras de la zona; Las familias poderosas y vinculadas al régimen del dictador Maximiliano Hernández Martínez lograron lo que destituyeron de su carga y no lograron doblegarlo, finalmente lo enviaron a la cárcel en esa ciudad.
A los 16 años de edad se graduó de maestro de Instrucción Pública Primaria, sirviendo como maestro rural durante varios años. A mediados de los años 50 ingresó a la Escuela Normal Superior, donde se destacó notablemente, sus méritos docentes y literarios le valieron varios reconocimientos, entre ellos el haber ganado el premio del concurso en homenaje al día de las madres, en 1955 junto con los profesores eminentes: Darío González, Rutilio Quezada, Leticia Delgado y Beatriz de Pérez Gómez.
Para ingresar a la Universidad, Ulloa, estudió el bachillerato en Costa Rica, una final de los años cincuenta, pues en esa época no se admitían profesores en la UES. Al inicio de los años 60 necesitaron en la Escuela Nacional de Agricultura – ENA.
Durante su época de estudiante universitario dio clases en varios colegios secundarios de la capital, donde periódicamente su trabajo de maestro contribuyendo en la formación de nuevas generaciones de jóvenes.