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Tres doritos después

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"Tanto furor ha causado el tres doritos después que muchos ante actos repudiables socialmente esperan que la justicia accione de forma expedita": Carlos Imendia.

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Por: Carlos Francisco Imendia.

Las tecnologías de la información siempre sorprendiéndonos, antes decían que una vez sacan tu nombre en un diario de gran circulación tu reputación está  por los suelos y nada podrá levantarla. Ahora existe un medio en el que los rumores o las noticias extra oficiales corren a la velocidad de la luz.

Muchos se han vuelto cazadores de zafarranchos, trifulcas callejeras, andan listos sus dispositivos para captar momentos violentos o de escándalos para rápidamente subir material y  ventilarlo en las redes, el morbo es el alpiste de muchos, el dolor ajeno y el chisme; los chambres de los lavaderos públicos y de los ríos ahora tienen cancha en Facebook y Twitter.

Ahí surge el famoso: Tres doritos después. ¿Qué es eso? Es cuando se denuncia un acto de violencia, maltrato e intolerancia entre personas  qué se ha publicado y se ha  virilizado en una red social y que además se pide el actuar de las autoridades (FGR y Policía). Posteriormente al hecho las autoridades capturan a los involucrados presentándolos a los medios en su mayoría hincados, esposados  y custodiados. Los tres doritos después se resume en varios pasos: Captar el  hecho violento, la vitalización del hecho y la captura de los involucrados.

Para las autoridades es una oportunidad de demostrar su eficacia en las capturas. Para quien virilizó es un trofeo, y los victimarios se jodieron porque les espera un proceso judicial, si lo interponen las partes afectadas y no hay conciliación. 

A nivel de medios de comunicación, es una forma de meter más contenido al descalabrado esquema noticioso qué consumimos en el cual ahora solo nos presentan   enfermedades y como tratarlas, disfrazándolo de periodismo investigativo. 

Antes salían campantes los caza noticias de los medios de comunicación afinando sus redes de información en delegaciones policiales, hospitales y cuerpos de socorro, ahora las redes les comen el mandado. La información instantánea mueve la coyuntura actual y es más rápida de lo que pensamos. Peor aun cuando algún involucrado provenga de la farándula y la política. 

Tanto furor ha causado el tres doritos después que muchos ante actos repudiables socialmente esperan que la justicia accione de forma expedita. Así como el caso que enardeció a muchos recientemente de un sujeto algo paranoide y flemático que golpeó el capó del vehículo de una familia, estando en un parqueo ante un impulso de ira, retrocedió su vehículo y salió despavorido arrollando a un motociclista en San Miguel, momentos después capturaron al desquiciado conductor de  rostro largo, de barba y cabello crespo entre cano, y las autoridades revelaron que se trataba de un ciudadano americano, este fue un clásico ejemplo del tres doritos después. 

La omnipresencia de las redes llegará hasta donde cualquier individuo cargue un dispositivo.  Me pongo a pensar como se les aplicaría el tres doritos después, a los estudiantes de institutos nacionales que agarraban de campo de batalla a mediados de los años noventa el Centro capitalino, agarrándose a cinchazos y piedras y quebrando vidrios.

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Carlos F. Imendia
Carlos F. Imendia
Comunicador, publicista y mercadólogo salvadoreño; columnista y colaborador de ContraPunto

El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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