En este libro, el autor narra, de manera magistral, uno de los pasajes salvadoreños digno de ser catalogado como “legendario”: la incursión del comandante Medrano, en el mundo de la mariguana y el LSD, luego de una intervención militar a una finca donde se suponía estarían entrenando guerrilleros.
A través de seis apartados, este libro nos lleva del humor al espanto, con una fineza pocas veces vista. Como señalara Álvaro Rivera Larios (Co-Latino, 2015), en un muy atinado comentario que es incluido en esta edición, los salvadoreños presumimos mucho sobre nuestro humor, pero a la hora de escribir, nos ponemos serios y nos dedicamos a las tragedias o las elegías, de ahí que “el humor sea un ave rara en nuestra literatura”.
Sin embargo, este libro no sólo destaca por ser una de esas aves raras que navegan el cielo de nuestra literatura; sino también porque cuarenta años después, nos obsequia de manera lúdica, una lúcida visión sobre la puerta que estaban por cruzar aquellos jóvenes salvadoreños que vivían su Woodstock local, rumbo hacia el espanto y el horror. Quizás nunca ha sido bien ponderado el peso que el movimiento hippie tuvo para aquél momento, donde quiera que fuere, este movimiento siempre representó una propuesta contracultural y ese es otro punto que destaca en Operación Amor. Destacan en este libro también, los momentos en que la realidad se pone frente a cada quien, para cobrarle el costo de estar vivo, destaca la escena en la que el Chele Medrano, luego de consumir alucinógenos, ve un río de sangre, los ve a todos llenos de sangre, chorrea sangre.
Desde aquel éxtasis en el que vivían aquellos hippies, Sorto cierra atinadamente esta fantástica narración. Luego de toda aquella luna de miel, la muerte de San Juan, los obliga a poner pies en un lugar muy lejos de su niñez y nos deja con aquel nudo en la garganta. Se cierra el telón de las flores y las risas, para llevarnos a la realidad. A 40 años de su publicación, el lector más atento se dará cuenta que tiene en sus manos la pieza exacta que va antes de ese río de sangre en el que este país pasó por casi 20 años. Para quien vivió el conflicto armado, le resta dar gracias por tener “Con qué hacer el amor, un día después de la guerra” y ojos para leer este libro; para quienes no la vivimos, agradecer a Manuel Sorto esta hermosa pieza, sin la cual, el complicado rompecabezas de nuestra historia se vería incompleto. Chalchuapa febrero de 2020
*Kike Zepeda: poeta, antropólogo y gestor cultural salvadoreño, ha publicado poesía y tiene estudios en investigación literaria.