Organizaciones que velan por los derechos humanos de las víctimas de la guerra afirman que hablar de paz y reconciliación es hablar de atención integral y salud mental de aquellos que sufrieron en carne propia las vejaciones del conflicto armado.
El representante del Movimiento por la Salud “Dr. Salvador Allende”, Antonio Hernández, aseguró que no se alcanzará la paz en El Salvador mientras no existan decisiones políticas a favor de las víctimas de guerra, “decisiones que conlleven al bienestar integral”, expuso.
Por otro lado, Saúl Romero, de Psicolega, señalo que actualmente en el país “no hay responsabilidad para atender a las víctimas del conflicto armado”.
Tras la guerra civil salvadoreña (1980-1992) la Comisión Interamericana de Derechos Humanos enfatizó en la necesidad de “reparar, adecuadamente, las violaciones de derechos humanos tanto en el aspecto material como moral, incluyendo el establecimiento y difusión de la verdad histórica de los hechos, la recuperación de la memoria de las víctimas fallecidas y la implementación de un programa de atención psicosocial a los familiares de los sobrevivientes”.
Eso, según Romero, sigue siendo una de las de “las deudas desatendidas”, a manera de ejemplo mencionó que la atención a la salud mental de las víctimas ha sido una de las grandes olvidadas durante estos 25 años, después de firmados los Acuerdos de Paz.
Por otra parte, Cristian Salazar, coordinador residente del PNUD, expresó el pasado domingo que hablar de reconciliación significa volver la mirada a las víctimas y a sus derechos. “Es impresionante que 25 años después de la guerra la atención a la salud mental sigue siendo una demanda de las víctimas”, expresó.
Salazar respaldó su afirmación al decir que como parte del PNUD han realizado acercamientos con las víctimas y esa petición es una constante y señaló que “esto debería ser tomado en cuenta en los esfuerzo de reconciliación y reparación”, añadió que “las medidas de no repetición son parte de las medidas que se deben tener en cuenta y la reunificación es un proceso necesario para llegar a la paz”.
“Hablar de reconciliación significa volver la mirada a las víctimas y a sus derechos, en un momento como este vale recordar que la Comisión de la Verdad recibió más de 7,000 casos de graves violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado (“¦) La reconciliación nacional después de semejante tragedia es una tarea de largo plazo”, reiteró Salazar.