Por Alessia Genoves
Asesinado por “múltiple golpes y fracturas”, tras ser víctima de abuso sexual, fue el niño argentino de cinco años de edad, Lucio Dupuy, según confirmaron pruebas de autopsia. Las principales acusadas fueron su madre y la pareja de ésta, Magdalena Espósito (24) y Abigail Páez (27). Ésta última admitió su desprecio hacia la víctima, porque “interfería en la convivencia de la pareja”, según lo admitió en los exámenes psicológicos.
El crimen que se perpetró el pasado 26 de noviembre, en la ciudad de Santa Rosa (La Pampa, Argentina), encontró el paradero del infante interno en el Hospital de La Evita. “Sufrió politraumatismos y presentaba evidencia de lesiones anteriores”, fueron algunas de las conclusiones de las pericias iniciales. “Tenía mordeduras, quemaduras de cigarrillos, golpes con objetos contundentes, de todo. Nunca vi algo así”, añadió el médico forense, Juan Carlos Tolouse.
Aunque su madre es la principal acusada en el asesinato, la reconstrucción de los hechos detalla que Espósito se encontraba laborando, mientras que Páez había, permanecido con Lucio. La pareja de la madre lo habría intentado llevar a la “posta del barrio Atuel”, centro recreativo que encontró cerrado. Tiempo después, fue una de las vecinas que condujo al menor al centro hospitalario.
“La justicia nunca me escuchó, siempre favoreció a la madre por más abogados y mediaciones que realicé. Hoy pagó mi hijo, pero no sólo escuchen a la madre, papá también sufre silencia. Hoy, con el corazón ruto y mi alma sin encontrar consuelo te digo descansa en paz hijo mío; no voy a descansar hasta que se haga justicia. Te amo Lucio Abel Dupuy”, expresó el padre de la víctima, Chrstian Dupuy.
Conflictos familiares
Padre y madre disputaban la patria potestad de Lucio. Magdalena se quedó con el menor durante más de tres años, viviendo con su pareja. El abuelo del infante advertía a las autoridades que el ambiente en el que vivía, a su juicio, no era apto para el menor. “Teníamos que pagar 3,00 pesos para poder llamarlo por vídeollamadas, porque no lo podíamos ver”, dijo, en su momento. Pese a ello, las autoridades de justicia informaron que no existían denuncias precedentes de violencia intrafamiliar.
NO TENGAN HIJOS SI REALMENTE NO LO DESEEAN O NO LO PLANEAN COMO UNA GRAN META O COMO LO MAS IMPORTANTW EN SUS VIDAS!!
NO TRAIGAN PIBES AL MUNDO PARA SUFRIR LA CONCHA DE SU PUTA MADRE— Abi (@AbigailPaez26) October 15, 2021
“Antes de dártelo, lo mato!!!” fueron las amenazas que la madre de Lucio dedicaba a Christian, cuando éste solicitaba las visitas continuas con su hijo. Tiempo después, las autoridades de justicia ordenaron la detención de Espósito, para procesar las investigaciones en las que se le acusaba bajo el delito de “homicidio calificado” por el vínculo de parentesco arraigado con Lucio. Paéz, por su parte, fue procesada bajo el delito de “homicidio simple”, según lo informó la Fiscalía.
Rechazo masculino
Las acusadas fueron sometidas a juicio, y permanecen detenidas en el Complejo Penitenciario N.º 2 de San Luis. Las autoridades de justicia además detallan que sus celdas se alojan en el pabellón 9 del centro penitenciario, donde permanecerían otras reclusas acusadas de asesinar y/o de abusar sexualmente a sus hijos.
El juez de la causa, Néstor Daniel Ralli, admitió una querella en la que participaron cuatro peritos oficiales, que se anexaron al proceso: los psiquiatras Camilo Miñoz y Martín Telleriarte; y las psicólogas Laura Cabot y Virginia Carretero.
Al calificar al menor como un “obstáculo” para la relación de la pareja, las pericias psiquiátricas y psicológicas sugirieron que las detenidas comparten un rechazo hacia las personas de su género opuesto.. Además, las pruebas arrojaron que las imputadas habrían expresado rechazo a la maternidad.