Los restos óseos de algunas de las víctimas asesinadas en la llamada “Masacre del Sumpul”, han sido descubiertos, tras una serie de excavaciones precedidas por elementos de la Unidad de Antropología Forense del Instituto de Medicina Legal (IML) y por técnicos de la Fiscalía General de la República (FGR). El operativo es, además, verificado por personal de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) y activos de la Asociación de Tutela Legal María Julia Hernández (MJH).
La zona de excavación corresponde a la de Concepción Quezaltepeque del departamento de Chalatenango, en dónde las autoridades han establecido la presencia de al menos 6 de las más de 600 víctimas que fueron asesinadas el día 13 y 14 de mayo, por órdenes del Estado precedido por la paramilitar Organización Nacional Democrática (ORDEN), en conjunto con efectivos del Destacamento Militar No. 1 de la Guardia Nacional, según lo establece el Tribunal de Primera Instancia de Chalatenango, en el año 1992.
VEA: BUSCAN OSAMENTAS DE ENTRE MÁS DE 600 VÍCTIMAS DE LA MASACRE DE EL SUMPUL
Una de las víctimas demandantes, María Rudesinda Mejía, asegura que los restos de al menos dos de sus parientes yacen soterrados bajo el suelo de la zona de excavación. En proceso, de los hallazgos destacan “unos zapatos, ya encontraron unos huesitos” indicó Mejía.
Por 2o. día continúan exhumaciones en fosa donde yacen 6 personas asesinadas por la Fuerza Armada Salvadoreña durante la Masacre del Río #Sumpul (mayo de 1980), donde ejecutaron a más de 600 personas civiles entre mujeres, ancianos y niños.#ProhibidoOlvidar #ElSalvador pic.twitter.com/0jVMOd4uK3
— Tutela Legal MaríaJH (@TutelaLegalMJH) July 20, 2021
“Estamos en el segundo día de excavación de las personas que masacraron los soldados en el operativo en mayo de 1980. Entre éstas personas está mi papá y dos tíos: y ya se encontraron evidencias”, añadió.
Hasta el día de ayer, los hallazgos del proceso eran menores. Según lo detalló la PDDH a ContraPunto, al menos un fragmento de la prenda de “una parte de un pantalón” fue localizado por operativos de Medicina Legal, mientras no se tenía ningún resto óseo encontrado.
Al día de hoy, ya han transcurrido cerca de 41 años desde que se perpetró la Masacre, con sólo un mes de diferencia respecto a la primera denuncia efectuada por el Presbiterio y las Religiosas de la Diósesis hondureña de Santa Rosa de Copán, el 19 de julio de 1980. En el hecho controversial se condenó al Estado Salvadoreño, a las Fuerzas Armadas de perpetrar la masacre; así como al Estado Hondureño y a la Organización de los Estados Americanos (OEA) por complicidad por omisión.
