El 15 de octubre de 1979, el General Carlos Humberto Romero fue depuesto por un golpe de estado organizado por oficiales del Ejército, quienes convocaron a una Junta de Gobierno cívico-militar integrada por los Coroneles Adolfo Arnoldo Majano y Jaime Abdúl Gutiérrez; los civiles Dr. Guillermo Manuel Ungo, líder social demócrata del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR); Ing. Román Mayorga Quiróz, entonces Rector de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, y al empresario, Ing. Mario Andino.
Al ascender la Junta Revolucionaria de Gobierno, los medios de comunicación entraron en una nueva etapa que comenzó a forjarse en la práctica desde inicios de esa década.
El general Carlos Humberto Romero había llegado al poder en las elecciones de 1977. Su derrocamiento puso fin a los gobiernos del Partido de Conciliación Nacional(PCN) iniciados en 1962. Falleció el 27 de febrero de 2017.
El primer Decreto de la Junta Revolucionaria de Gobierno, el día del golpe, invocó el derecho de insurrección reconocido en el Artículo 7 de la Constitución salvadoreña, promulgada en 1962; declaró la legitimidad del nuevo Gobierno, asumiendo los poderes Ejecutivo y Legislativo. Al asumir la función legislativa, la Junta decretó que en el futuro gobernaría por medio de decretos que tendrían la fuerza de ley.
El segundo Decreto de la Junta, del 16 de octubre, estableció que ejerciendo las facultades establecidas en el Decreto Nº 1, a fin de mantener el orden público, invocó el Artículo 175 de la Constitución, para permitir la suspensión de ciertas garantías contempladas en los artículos 154 (derecho de movilización, 158 (libertad de expresión y difusión del pensamiento), 159 (inviolabilidad de la correspondencia) y 160 (libertad de reunión y asociación).
El golpe de Estado fue consignado así por ciertos sectores de la prensa: “˜Carta Magna garantiza el derecho a la insurrección”™, “˜Golpes de Estado en este siglo en el país”™ (El Diario de Hoy, 18 de octubre de 1979).
Se insistía por un lado en que el gobierno manejaba la situación: “˜Estricto control ejerce la Junta”™, “˜Toque de Queda y Estado de Sitio”™ (La Prensa Gráfica, 17 de octubre de 1979).
Aunque casi de inmediato debía aceptarse que de alguna manera ocurría lo contrario: “˜Rebelión de extremistas en San Marcos, “˜Se toman varias colonias periféricas extremistas”™ (La Prensa Gráfica, 18 de octubre de 1979).
Ataques armados, bloqueo de calles y enfrentamientos en los días posteriores al golpe de Estado. El vocablo” terrorista” aparece en los tres textos de esta publicación.
“Al comienzo aparecieron cautelosos editoriales hablando del proceso. Después, empezaron a aparecer desplegados del BPR, (Bloque Popular Revolucionario), de las LP 28, (Ligas Populares 28 de febrero), del PDC (Partido Demócrata Cristiano); las radios lanzaron ´cuñas´ de los grupos de izquierda (consignas, invitación a mítines, etc.).
La televisión participó menos en este proceso. Sin embargo, con la crisis de la primera junta, los medios, que a finales del año 1979 habían lanzado nutridas campañas ultraderechistas bajo el lema ´ Paz y Trabajo”™, comenzaron a defender sus verdaderos intereses, amenazados supuestamente por el PDC.
Los medios se volvieron cada vez más opositores sobre todo ante la alianza del PDC con la Fuerza Armada. Desde ese momento presentaron al PDC como el causante de todos los males del país, o co- causantes, puesto que ayudaban al comunismo internacional. Se resaltó la posición de la empresa privada”[1].
Lea la segunda parte: La prensa salvadoreña en el golpe de Estado de octubre de 1979 (Parte II).