Por: Mercedes Seeligman
Ana Portillo
Cecilia Espinoza
Melvin Alfaro
Un momento coyuntural para un país suele ser cuando se está en período preelectoral; se dice que en el momento en que finaliza una elección, inicia la planificación del siguiente proceso, y prácticamente es lo que El Salvador ha venido experimentando en los últimos quinquenios, quizás décadas (por algo tales eventos se enuncian como verdaderas fiestas electorales). Ahora bien, una fiesta es motivo de entusiasmo y alegría tal vez, pero no es lo que el país está viviendo de cara a las próximas elecciones. El presente artículo pretende dar a conocer a la población salvadoreña una investigación referida a determinar los factores que inciden en la motivación de los votantes, si los salvadoreños están o no motivados para ejercer su derecho al sufragio en las elecciones de 2019, con un estudio previo sobre los procesos electorales anteriores. El tribunal Supremo Electoral ha manifestado que con cada elección el número de votantes ha incrementado como también la participación de la mujer, así que este trabajo presentará además algunos datos sobre dicho tema.
INTRODUCCIÓN
Existen tantos campos en que la motivación significa el inicio para la construcción y el desarrollo de ideas, acciones, proyectos, etc. Sin embargo, cuando el desarrollo de un país depende de las decisiones que una persona tome a la hora de votar, es cuando la motivación se vuelve determinante y desempeña un papel vital.
La definición que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española da a la palabra “motivación” es la siguiente: Acción y efecto de motivar; y también: Conjunto de factores internos o externos que determinan en parte las acciones de una persona (Diccionario de la Lengua Española, 23a. Edición, 2014).
Las reflexiones que desde hace algún tiempo se han hecho alrededor del tema de la motivación personal concluyen en que, al ser un proceso eminentemente interno, puede depender de ciertos factores el hecho de que incremente o decrezca. Un estudio significativo es el del psicólogo Abraham Maslow y su Teoría de la Motivación Humana propuesta en 1943 en que establece la jerarquía de necesidades y factores motivacionales.
A fin de contar con elementos de juicio para identificar los factores que inciden en la motivación personal, a unos meses de desarrollarse las Elecciones Presidenciales 2019, se decidió identificar algunos elementos estudiando las Memorias del Tribunal Supremo Electoral, correspondiente a las elecciones de 2006, 2009, 2012, 2014 y 2015 [1].
Un hallazgo importante al revisar los datos contenidos en las memorias de dichas elecciones fue que de acuerdo con el padrón electoral hay una diferencia bastante significativa en el voto femenino, pues de acuerdo con ello hay más mujeres registradas en el padrón electoral, que hombres.
Lo anterior puede visualizarse mejor en el siguiente cuadro:
Este hallazgo dio motivo a que se realizara un cruce de información para determinar si corresponde a la realidad el hecho de que con cada elección se incrementa el número de votantes y el resultado fue que el número de personas registradas en el padrón ha aumentado, y si bien es cierto también ha crecido el número de votantes, no hay correspondencia con el incremento del padrón. La percepción entonces es que sí hay un aumento de votantes, pero como también hay un crecimiento mayor entre el padrón registrado, debería de más o menos mantenerse la proporción de votantes activos, que participan en las elecciones y eso no es así.
A continuación el cuadro que refleja lo anterior:
En 2006 (que fue elección de diputados y alcaldes) hubo participación de un 54% de votantes; en 2009 (elección de presidente) decayó a un 53%; en 2012 (elección de diputados y alcaldes) con un 49%. Sin embargo hubo un repunte en las votaciones de 2014 para la elección de Presidente, con un 55% de afluencia de votantes; luego bajó aún más a un 48% en 2015, con elecciones de diputados y alcaldes.
El comportamiento es a la baja, no hay duda, pero ¿a qué se debe tal situación? Se ha considerado que el tema de la motivación personal podría dar alguna luz sobre este hecho. Así, el planteamiento del problema es el siguiente:
¿La población salvadoreña está desmotivada en cuanto a su participación en procesos electorales? ¿Qué factores influyen para que el ciudadano con capacidad de voto esté o no esté motivado?
METODOLOGíA
Una vez definido el problema de investigación se elaboró el instrumento a fin de obtener información lo más inmediata y puntual a través de una encuesta, utilizando la Google App Drive que posee una herramienta de encuesta en línea. Al respecto existen varios estudios que apoyan o niegan las ventajas de este tipo de encuestas bajo el argumento de que se hace imposible hacer muestreos probabilísticos o la disminución en la sinceridad de las respuestas como una desventaja evidente; en tanto que la rapidez de obtener información, el bajo costo y el menor desgaste en cuanto a utilización de recurso humano podría ser su mejor fortaleza (Rada, 2011).
Así, se consideró administrar la encuesta en línea en un período de 24 horas. La forma de contactar a los sujetos de estudio fue a través del chat de Facebook, WhatsApp, o correos electrónicos como recursos electrónicos en que se compartió la URL del sitio en que estaba disponible la encuesta. Para evitar la posibilidad de respuestas erróneas o mal uso del sitio, se tuvo la previsión de solicitar el correo electrónico de cada participante y así se dispuso la participación de 140 direcciones de correos electrónicos que efectivamente coincidieron con las personas invitadas a participar. Cabe destacar que la convocatoria se hizo a 140 personas con el fin de guardar equilibrio de género: 70 hombres y 70 mujeres. Sin embargo, casi el total de población femenina respondió; no así la población masculina lo que significaría otro tipo de estudio para identificar las causas de ello.
Al expirar el plazo de disponibilidad de la encuesta en línea, se procedió a cerrarla, y a evidenciar con la lista de correos de convocatoria los sujetos que habían atendido la invitación de participar, correspondiendo a un total de 110 encuestas respondidas, es decir el 78.57% de la muestra considerada.
Los resultados obtenidos se muestran a continuación:
1. Género
ANÁLISIS
Del total de sujetos que respondieron la encuesta, el 59.1% correspondió a mujeres y el 40.9% a hombres.
2. Rango de edad.
ANÁLISIS
Sobre el rango de edad el 46.4% corresponde a personas cuyas edades se encuentran entre los 35 a 50 años, seguido de un 30.9% con edades entre 25 y 35 años. Luego se encuentra un tercer segmento, las personas cuyas edades se encuentran entre los 18 y 25 años, y un último grupo de personas cuyas edades son de 50 años en adelante, lo que corresponde a un 9.1%.
3. ¿Ha participado como votante activo en procesos electorales de El Salvador?
ANÁLISIS
Sobre esta pregunta y entrando en materia, se evidencia que la mayoría ha participado en procesos electorales como votantes activos, con un 87.3%.
4. Señale en cuál o cuáles elecciones participó:
ANÁLISIS
Dado que la pregunta establece señalar los eventos electorales en los que se ha participado, es de destacar que el 52.5% participó en todos los eventos electorales consultados. Sin embargo, y dado que la muestra fue de 110 sujetos y se evidencia que 99 respondieron se identifica que 11 personas no respondieron a esta pregunta.
5. Sobre las elecciones de 2019 ¿Está Ud. motivado para ejercer su derecho al sufragio?
ANÁLISIS
Sobre esta pregunta resulta interesante el resultado: el 61.4% manifiesta estar motivado para ejercer su derecho al sufragio, contra el 25.7% que dice que no, y un 12.9% que se inclinó por la opción “Tal vez”.
6. De las siguientes opciones selecciones la que más se ajuste a su motivación para ir a votar en las elecciones de 2019:
ANÁLISIS: El 61.1% de 95 personas que respondieron a esta pregunta seleccionaron la opción “Porque me importa el rumbo de mi país” y un 17.9% se decantaron por la opción “Otras”.
7. De las siguientes opciones seleccione la que más se ajuste a su motivación para NO ir a votar en las elecciones de 2019:
ANÁLISIS:
En esta pregunta se evidencia que el 50% de las personas seleccionaron la opción “Por los múltiples casos de corrupción”, es decir que la mitad de las personas que respondieron a esta pregunta consideran los casos de corrupción como principal factor por el que no están motivados a votar; el 18.8% respondió que por falta de propuestas, y el 15.6% por otras razones.
DISCUSIÓN
Con base en los resultados anteriores se pueden inferir ciertas consideraciones que podrían reorientar la percepción que la población salvadoreña posee alrededor de la motivación hacia el próximo proceso electoral.
Lo primero sería el hecho de que la mayoría de las personas que respondieron la encuesta han participado o en todos, o en más de un proceso electoral anterior, es decir, no son ajenos a la realidad nacional en tema de política. Sin embargo, se considera determinante y confirma la hipótesis propuesta alrededor de la motivación a lo siguiente: la población objeto de estudio sí manifiesta estar motivada para ir a votar en las elecciones de 2019 con la principal razón de importarles el rumbo del país, es decir que hay una identificación, un nacionalismo hecho identidad de país, comprendiendo el nacionalismo como “una demanda colectiva de “˜nación”™ lo que implica psicológicamente un reclamo de “˜grupalidad”™, que por lo general se articula en una definición y legitimación del grupo y de sus límites basados en la interdependencia histórica, territorial, lingí¼ística, religiosa o cultural, entre sus miembros” (Echavarría, 2014).
Ahora bien, es una sorpresa reconocer que mientras están motivados por ese sentimiento paternalista hacia el país, de cierta protección ante alguna amenaza, sucede lo contrario cuando seleccionan la opción por la que no estarían motivados y es por los casos de corrupción, lo que significaría el principal factor de desmotivación, seguido de la falta de propuestas, y otros, que serían factores no especificados en el resultado de la encuesta. En pocas palabras parece que el ciudadano estaría ante una dualidad en su elección: por un lado importa el país pero por el otro los casos de corrupción los afectan en su motivación personal para ir a votar en el proceso electoral de 2019.
“Una definición común de la corrupción pública es el uso indebido de la función pública para el beneficio privado” (Sánchez, 2017).
Es claro que esta definición se ajusta al actual escenario: en menos de dos décadas varios presidentes (y por supuesto colaboradores y amigos) han sido señalados precisamente por dilapidar el erario púbico en beneficio propio y de sus allegados. Los juicios mediáticos están a la orden del día y todo el mundo es culpable desde antes de iniciar el proceso legal. Así, no sorprende que con la misma efervescencia con que se inició algún escándalo, así termine. Podría creerse que tal conducta no deja huella, y que por una cuestión cultural “ha sido así y así que siga” como dice la vox populli.
CONCLUSIONES
Mucho se ha dicho sobre el tema de corrupción y la manera en cómo afecta la percepción del ciudadano en cuanto al tema de transparencia y el buen uso de los bienes del estado.
La intención de este trabajo es evidenciar el o los factores que inciden en la motivación de las personas con capacidad de ejercer su derecho al sufragio de cara al próximo proceso electoral de 2019. Por lo anterior entonces se concluye:
1. Más del 60% de las personas que respondieron la encuesta sí están motivadas a votar en las elecciones de 2019 y demuestran un sentido de identidad con el país, de pertenencia, y de manera consciente lo manifiestan.
2. En contraste el 50% manifiesta que los casos de corrupción son el principal factor que los desmotiva para ir a votar.
3. De acuerdo a las Memorias del Tribunal Supremo Electoral en cuestión de género son las mujeres inscritas en el Padrón Electoral las que destacan con el 7% en promedio, arriba de los hombres.
4. Al realizar el cruce entre el padrón electoral y el crecimiento en el número de votantes en los 5 procesos electorales de 2006 a 2015 en algunos hay un aparente incremento si se toma como referencia el número de votantes del evento electoral anterior, no así si el total de votos efectivos se contrasta con el padrón electoral, para obtener el porcentaje de población que en cada elección participa. Entonces el número de votantes en realidad no ha incrementado con respecto al padrón electoral que sí ha mostrado un incremento. Esto podría significar que los nuevos votantes sí participan en procesos electorales, pero podría también significar que una porción de votantes de mayor edad han dejado de hacerlo por diversas razones lo que sería una explicación lógica a esa diferencia de cantidades.
Para finalizar, preciso es dejar sentada la importancia de estos tipos de estudios a fin de que la ciudadanía tenga mayor claridad y acceso a la información que, si bien está alojada en sitios web públicos, también es cierto que no se difunde ni se da a conocer lo suficiente.