José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador, espera que la nueva legislatura que será conformada el próximo año, ratifique la reforma de los artículos 2 y 69 de la Constitución de la República para incluir el derecho humano al agua y su saneamiento.
La reforma fue aprobada por 77 votos de los actuales diputados. Sin embargo, la próxima Asamblea deberá ratificar este acuerdo de reforma aprobada el pasado 15 de octubre.
"Desde ya exigimos ese compromiso a los distintos candidatos a ser diputados, que se pronuncien comprometiéndose a ratificar esta reforma y que cumplan con dicho compromiso", indicó el arzobispo de San Salvador.
La reforma al artículo 2 señala que: “Toda persona tiene derecho a la vida, al agua y su saneamiento, a la integridad física y moral, a la libertad, a la seguridad, al trabajo, a la propiedad y posesión, y a ser protegida en la conservación y defensa de los mismos”.
La reforma al inciso primero del artículo 69 indica que “es obligación del Estado crear políticas públicas y leyes que garanticen a todos los habitantes agua salubre, suficiente, accesible y asequible, así como el aprovechamiento y preservación de los recursos hídricos. El agua constituye un bien público”.
La iglesia católica felicitó a los legisladores por la aprobación de la reforma, así como el esfuerzo de las asociaciones sociales defensoras del agua, la academia, las demás iglesias y sociedad en general, por exigir se garantice el derecho humano al agua.
En ese sentido, la iglesia reiteró el llamado a la Asamblea Legislativa para que se apruebe una Ley General de Aguas. Actualmente la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Asamblea Legislativa discute un proyecto de ley de agua, debate que se ha prolongado por años. Una de las diferencias es la participación de sectores privados en el ente rector.
Sin embargo, una de las atribuciones creadas de la nueva figura de comisionado presidencial para el agua, ocupada por Frederick Benítez, será elaborar una propuesta de Ley de Agua que garantice el derecho humano.
El arzobispo también pidió para que no se autorice la urbanización de Valle El Ángel, ya que causaría graves daños al medio ambiente y la pérdida de ese importante reservorio de agua, el río Chacalapa y demás fuentes de agua que abastecen a las comunidades de Apopa, Nejapa, Quezaltepeque y Mariona.