Honduras se encuentra entre los primeros países de Latinoamérica más peligrosos para las mujeres y es el segundo en Centroamérica.
En solo el primer día de 2020 se registró la muerte de cinco mujeres en el país, lo que causa una preocupación en todos los sectores de la población. La mayoría de estas víctimas están entre los 15 y 39 años de edad, lo que representa la población joven de este segmento. Luis Suazo, viceministro de Seguridad, arguyó que la causa de estos crímenes es porque, “tenemos muchos privados de libertad de maras y pandillas que ahora sus acompañantes o parejas son las encargadas de recoger extorsiones y que coordinan varias cosas afuera, y se empiezan a ver involucradas también en este proceso”.
También dijo que la mara Salvatrucha (MS-13) está relacionada directamente con la mayoría de los homicidios y muertes de mujeres porque han incrementado sus acciones por peleas de territorios para controlar el narcomenudeo a nivel nacional.
Por su parte, Merly Eguigure, coordinadora de la organización Visitación Padilla, dijo en respuesta a las declaraciones de Suazo que “sus apreciaciones carecen de fundamento, la primera razón por la que las mujeres están siendo asesinadas es por el hecho de ser mujeres.
El Observatorio de la Violencia expuso en octubre de 2019 que el 60% de las muertes de mujeres estaban relacionadas con su pareja o expareja o alguien con quien habían tenido una relación afectiva y no porque estén relacionadas en hechos ilegales”.
Eguigure concluyó que “debido a la impunidad en feminicidios, las mujeres seguirán muriendo una tras otra porque los autores caminan libres en las calles y las autoridades no hacen nada”.
El 2019 cerró con alrededor de 390 mujeres muertas de manera violenta en distintas formas, entre ellas profesionales, comerciantes, niñas y estudiantes. Los departamentos de Cortés, Francisco Morazán y Olancho son los que reportan más muertes violentas de mujeres, esto en sus principales ciudades: San Pedro Sula y Tegucigalpa.