El principal problema que enfrentaron las familias salvadoreñas durante el 2023 son los aspectos económicos. Esa es la afirmación que apunta la nueva encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop) de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), en la que se evalúa la situación del país al cierre del año anterior.
Según el estudio, que tomó una muestra de 1,280 entrevistas válidas, el 32.8 % de los ciudadanos atribuye la economía como dificultad principal, el 17.3 % el desempleo, el 13.2 % el alto costo de la canasta básica y el 6.6 % la pobreza, dejando por debajo aspectos como delincuencia, corrupción, calidad del sistema educativo, entre otros.
Pese a que el presidente del Banco Central de Reserva, Douglas Rodríguez, proyectó (el pasado 22 de diciembre) un crecimiento económico para 2023 del 2.7 %, el vicerrector de Proyección Social de la UCA, Omar Serrano, sostiene que “mucha población o grandes sectores de la población salvadoreña la están pasando mal a nivel económico; a muchos les cuesta llegar a final de mes”.
La encuesta señala que el 90.2 % de la población considera que aumentaron en el 2023 los precios de la canasta básica, como el frijol, maíz, azúcar, leche o huevos. Y, además, el 60 % expresa que subió el costo de la vida en El Salvador.
Sobre la implementación del Bitcoin como moneda de curso legal, el 77.8 % indica que su economía familiar ha seguido igual. De hecho, el 85 % de los encuestados dijo que no utilizó la criptomoneda el año anterior.
Fuera del uso del Bitcoin, el 53.6 % de los salvadoreños manifestaron que su economía familiar siguió igual, atribuyendo esto a factores como: no ha visto ningún cambio en su economía, porque no ha logrado encontrar empleo, por el alto costo de la vida, entre otros. Mientras que el 31 % experimentó mejoría, y el 15.4 % una situación peor.
“¿Quienes la están pasando peor en este contexto? Las mujeres, las familias de menos ingresos, la zona de la población rural, y los estratos obreros de las zonas periféricas de la ciudades”, recalcó Serrano.
En cuanto a las expectativas para el 2024, los resultados fueron un poco más alentadores, ya que el 44.2 % considera que su situación económica familiar estará mejor, y un 38.9 % opina que se mantendrá igual.