Un día de finales de noviembre o principios de diciembre del 2007 recibí una llamada. No supe cómo, Juan José había indagado mi número de celular–a pesar de que lo había visto algunas veces en los últimos tiempos, hacía buen rato que no hablábamos. Me sorprendió su llamada porque demostraba que estaba bien enterado de mis actividades profesionales en ese momento. Me preguntó si yo estaba haciendo páginas web y si podría hacer una al estilo de un periódico digital. Quedamos en reunirnos y después de conversar sobre las posibilidades que brindaba la web para la transmisión de información y la difusión de análisis y puntos de vista, me dijo que él tenía un sitio alojado en Ecuador, algo así como www.contrapunto.com.ec, pero que debía trasladarlo a un servicio en El Salvador y para ello el límite temporal era el 23 de diciembre de ese año.
Me preguntó que si yo podría hacerme cargo de eso. Pero ¿qué era eso? Se trataba de escoger una plataforma web que permitiera hacer modificaciones y actualizaciones en cualquier momento, que permitiera incluir fotografías, audio, video; que además tuviera un sistema de anuncios en diferentes áreas de la página; que incluyera un sistema de control de tráfico de visitantes y sus preferencias, que incorporara un módulo de encuestas y otras muchas necesidades para su proyecto. Yo había revisado su página ecuatoriana y, ciertamente adolecía de las carencias que me demandaba Juan José.
Ya JJ había adquirido un espacio en un servidor local para alojar su novedoso proyecto. En los días que siguieron le mostré mis propuestas para cada uno de los aspectos que me había pedido y una vez de acuerdo me puse a trabajar. Yo ya había instalado algunas plataformas, conocidas como CMS, de prueba para conocer sus características. Me decidí por una, que no les voy a decir cual fue. Le fui agregando imágenes, entre ellas el logo CP que hice a mano y me gustó mucho. Los días pasaban y cada vez Juan me llamaba para preguntarme por el avance, que no olvidara que teníamos una fecha límite. Había que entender que una persona que aguanta una gran presión es capaz de trasladarla a quienes lo rodean, de cualquier manera.
A veces pensaba que no terminaría el proyecto a tiempo, pero también para mí era una presión muy fuerte, estaba dedicado por completo a ese proyecto, dejando otros compromisos laborales y no finalizar a tiempo significaba que mi familia tampoco tendría una navidad.
El sábado 22 de diciembre alrededor de las 7 de la noche llamé a Juan José para decirle que el trabajo estaba terminado, que lo revisara y me avisara de lo que no le gustaba. A la mañana siguiente me dijo que nos reuniéramos, que llegara a su casa. Lo hice y en ese momento ContraPunto nacía a la vida en El Salvador, dejando atrás su etapa ecuatoriana. Este día hace diez años.