La institución que luchará contra la impunidad y la corrupción enraizadas en el Gobierno estará lista entre agosto y septiembre, de acuerdo al más reciente compromiso que adquirió el presidente Nayib Bukele. Como en ocasiones anteriores, hizo el anuncio en su cuenta personal de Twitter.
La comisión internacional para la lucha contra la corrupción, o CICIES -como se ha nombrado de manera informal- será una entidad que dependa del Ejecutivo, pero que comience su trabajo con apoyo internacional. El designado por Bukele para montar este aparato es Félix Ulloa, vicepresidente. Además, es una de las promesas de campaña que hizo el mandatario.
En ocasiones anteriores, Ulloa ha publicado fotos con representantes de la ONU en su camino hacia materializar la famosa CICIES. Entre ellos, el comisionado de origen colombiano Iván Velásquez, el titular de la Comisión Internacional Contra la Impunidad de Guatemala (CICIG). Esta comisión hizo historia en el país, luego que tumbó del poder a una fórmula presidencial cuando aún estaba en funciones: Otto Pérez Molina (presidente) y Roxana Baldetti (vicepresidente). La contraparte internacional en la experiencia guatemalteca es la ONU.
El mandato de la CICIG termina poco tiempo después de los primero 100 días del Gobierno de Bukele. Ya que el presidente Jimmy Morales no renovó el acuerdo, no hay certeza de qué sucederá con los funcionarios internacionales que siguen ejerciendo en el vecino país.
Ulloa expresó a Contrapunto, semanas atrás, que una de las ideas que manejan para poner en marcha la comisión internacionales es iniciar con un acuerdo ejecutivo, o un decreto ejecutivo. Esto permitiría que la Presidencia pueda arrancar con la institucionalidad sin tener que pasar por la Asamblea Legislativa. Si bien el vicepresidente Ulloa no dio más detalles, con esta manera de proceder habría que tener mucho cuidado: los acuerdos internacionales que son vinculantes para El Salvador y que le confieren obligaciones, deben pasar por la Asamblea Legislativa.
También tiene Honduras su propia entidad antiimpunidad, que es la MACCIH. Sin embargo, aunque ha revelado amplias redes de corrupción que alcanzaron hasta al parlamento de ese país, no ha tenido un resultado tan contundente como el caso guatemalteco. En Honduras, la MACCIH funciona por un convenio con la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Expertos como Mauricio Choussy han señalado que una lección fundamental que El Salvador debe retomar de la experiencia en ambos países es lograr que la Fiscalía General de la República absorba todo el conocimiento posible de la cooperación internacional, pues en Guatemala sucedió que al reducirse el tamaño de la CICIG, también comenzó a debilitarse su actividad
