Durante el primer trimestre de 2019, los gastos en los que incurrieron el sector público y el privado fueron superiores a los ingresos totales que se recibieron; como consecuencia, hubo un desequilibrio en estas cuentas para el país. Pero, además, esta diferencia en las cuentas resultó ser mayor a la que se registró en el mismo período, pero de 2018.
El Banco Central de Reserva (BCR) reportó que el déficit fue de US$224.7 millones hasta marzo. Las salidas de dinero fueron superiores a las entradas en esa cantidad. En comparación con el mismo período de 2018, es un aumento de 28 % en la brecha. Este es el resultado de la llamada cuenta corriente de la balanza de pagos y detalla cómo manejaron todos los agentes económicos sus necesidades de consumo, pagos pendientes, ingresos que reciben, inversiones, entre muchas otras actividades más. La balanza debe quedar equilibrada, o “a cero”, pues de lo contrario, el país entraría en graves problemas de recursos.
Las remesas de los compatriotas en el extranjero son fundamentales e imprescindibles ““como lo han sido durante años”“ para que el país pueda llenar todas sus necesidades de gasto, compromisos financieros e inversión. De no ser por estos envíos, que permiten que circule más dinero en efectivo en la economía, el país entraría en un desequilibrio delicado.
El BCR destacó algunas entradas de recursos que dejaron números alentadores. Por ejemplo, la cuenta específica de servicios mostró un superávit: esto significa que las entradas de dinero fueron superiores a las salidas. Al cierre del primer trimestre, este superávit fue de US$318 millones, un aumento del 50.9 % respecto del primer trimestre en 2018. Este resultado fue alimentado por “rubros como viajes, mantenimiento, manufactura, telecomunicaciones y servicios de gobierno”, indicó el Banco. En este punto, la institución resaltó el papel que tienen los servicios aeronáuticos, pues el mayor centro de mantenimiento aéreo en América Latina es una empresa de capital salvadoreño con cientos de empleados también salvadoreños: Aeroman.
En contraste, hay cuentas que son históricamente deficitarias. Entre las que citó el BCR están las del ingreso primario, que se pueden entender ““de manera muy sencilla”“ como las transacciones que se hacen dentro del proceso de producción interna, de manera rutinaria. El déficit del ingreso primario fue de US$431.7 millones, un aumento de 15.8 % frente al año anterior. Según el análisis del Banco, esto fue “determinado principalmente por los pagos de dividendos de las empresas de inversión directa y el pago de intereses por eurobonos y préstamos, tanto del sector público como privado. Las alzas en las tasas de interés internacionales han sido un factor adverso“.
Las remesas, de nuevo, rescataron esta balanza. De acuerdo al BCR, la entrada de dinero en la que se registran las remesas mostró un 9.2 % su saldo positivo. En este apartado, que se llama ingreso secundario, el resultado al primer trimestre fue de US$1,324.4 millones; de ese total, los envíos que hacen los salvadoreños en el exterior aportó US$9 de cada US$10.
Otro de los resultados que destacó fue la caída de las exportaciones, que afectó las cuentas de los bienes (mercadería). Hasta marzo, el resultado fue de US$1,435.6 millones, “superior en 17.1% al obtenido en el mismo período del año anterior. La profundización de esta brecha fue causada por una contracción de las exportaciones de 1.3%, combinada con una expansión de 8% en las importaciones”, señaló la institución.
Hay muchos indicadores más, que muestran a detalle las fortalezas y debilidades de la economía salvadoreña. Sin embargo, en este período no se registró alguna tendencia inusual y el país mantiene sus mejores entradas de dinero ahí donde han estado por mucho tiempo: exportación de servicios y remesas familiares.
