miércoles, 4 diciembre 2024
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Aprendiendo en casa: De una educación en emergencia a una educación virtual

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La educación virtual está lejos de alcanzarse, en tanto que sea eficiente y efectiva, que logre un aprendizaje significativo y que integre las condiciones tecnológicas y pedagógicas

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La pandemia obligó al confinamiento del 87 % de estudiantes del mundo, a partir de ello, los sistemas formales y particularmente los docentes tuvieron que improvisar para mantener algún tipo de servicio educativo. Algunos docentes hablan de educación digital o de virtualizar la educación. Lo cierto es que la ventaja la tienen las instituciones educativas que ya tenían avances importantes en la educación a distancia, procesos digitales y mediación pedagógica adaptada. 

Sin embargo, la gran mayoría de países improvisa y desarrolla educación en emergencia, es decir, hacer uso de las herramientas inmediatas para trasladar guías, mantener el contacto con estudiantes y exigir que en familia se resuelvan, trasladando la mediación pedagógica.  Algunos docentes más disciplinados han logrado automotivarse y aprender en poco tiempo varias herramientas tecnológicas, como software, el uso de plataformas y dimensionar la educación a distancia.  

La educación virtual está lejos de alcanzarse, en tanto que sea eficiente y efectiva, que logre un aprendizaje significativo y que integre las condiciones tecnológicas y pedagógicas. Es decir, que tenga las TIC y maneje de forma calificada los medios de audio, video e imágenes; la flexibilidad curricular, una nueva concepción sobre los aprendizajes y su mediación, los ritmos de aprendizaje de los estudiantes, docentes capacitados para tutorías en diferentes plataformas, entre otros. 

Por ello la UNESCO puso en marcha una Coalición Mundial para la Educación (CME), para ayudar a los países a ampliar las mejores soluciones de aprendizaje a distancia y llegar a todos los niños y jóvenes. En ella participan la Organización Internacional del Trabajo, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos, la Unión Internacional de Telecomunicaciones y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico​, así como la Alianza Mundial para la Educación, La Educación No Puede Esperar, entre otras; del sector privado, Microsoft, GSMA, Weidong, Google, Facebook, Zoom, KPMG y Coursera.  

Sin embargo, como muchas iniciativas de esta naturaleza, poco o casi nada llega a la comunidad educativa, y sigue siendo una iniciativa orienta a la educación en emergencia. Sin duda, sería más efectivo un esfuerzo por ampliar el acceso y gratuidad de plataformas e internet o conectividad, que amplíe la gama de oportunidades para los más vulnerables, promoviendo un nueva concepción y práctica educativa. 

  En El Salvador, las autoridades indican que más de un 80 % de docentes ha logrado mantener esa comunicación con los estudiantes, el medio más utilizado son dispositivos móviles y la aplicación frecuente es el WhatsApp. En poco tiempo se ha estimulado la formación docente con capacitaciones en el uso de plataformas, han establecido un convenio para la masificación de Google Classroom y de esa forma avanzar con la educación virtual. También, se espera la adaptación de material para tal fin. 

En esta emergencia se rescata el esfuerzo docente en capacitaciones y aprendizajes acelerados, así como el vínculo familia – docente – estudiante, aunque no ha sido el óptimo, sí permite la comprensión de roles y los objetivos compartidos que se tienen en la educación. Coyunturalmente, ha sido traumatizante por el exceso de guías de trabajo sin mediación pedagógica y un traslado de la carga hacia la familia. 

Asimismo, las brechas digitales, la accesibilidad a internet y datos en los dispositivos, dejan en evidencias la profundización de las desigualdades económicas, sociales y específicamente las educativas. Es evidente que presenciamos una educación de emergencia no es la virtualización que se promueve, es una simple adaptación, sin las herramientas necesarias, ni la capacitación docente y mediación apropiada.  

En realidad, el rezago educativo es de tal nivel que tendrán que aplicar una ampliación del período educativo, adaptar el calendario escolar y la promoción automática; por más justificación y sobrevaloración de las medidas, las desigualdades y asimetrías son muy grandes. La promoción automática es menos riesgosa que hacer repetir todo el año educativo por los impactos que ocasionan a todo nivel, como la sobre edad que generan. De todas maneras, el sistema educativo, sus ciclos, sigue siendo mecanicista, repetitivo y conservador. Deberá de poner especial cuidado a sexto, noveno y último año de bachillerado, que son los niveles que cambian y no concentra tanta repetición. 

La educación no ha cambiado el “modelo prusiano” en el siglo XVIII, el cual tenía por propósito enseñar obligatoria y gratuitamente a todos los niños leer y escribir, y crear una clase trabajadora dócil de gente que se acostumbrara desde muy joven a levantarse temprano, ir a trabajar y aceptar la autoridad de sus jefes. Desde entonces, casi nada cambió: la mayoría de las escuelas sigue agrupando a niños de la misma edad en un aula, donde todos los alumnos están sentados mirando en dirección al maestro, en clases que empiezan y terminan con el sonido de un timbre. Y al terminar el día de la clase, los niños se llevan a casa las tareas para el día siguiente. Hasta las vacaciones de verano, que fueron creadas cuando la sociedad era agraria para que los niños pudieran ayudar a sus padres en las granjas, siguen intactas como si el mundo no hubiera cambiado hacia sociedad urbanas.” (Oppenheimer A. p.43) 

Por consiguiente, durante la pandemia se avanzó parcialmente en lo tecnológico, pero no en lo pedagógico, se debe acelerar la educación virtual para integrar y mejorar lo presencial y potenciar el trabajo a distancia. Debe existir plena claridad que lo virtual requiere planificación, objetivos de aprendizaje, enfoque, metodología, otro tipo de mediación, inversión, tipos de evaluación, entre otros. En estos momentos, basta ver avances en la educación virtual de plataformas como Khan Academy, bien estructurada para estudiantes, docentes y padres de familia, con una renovada concepción educativa, objetivos y recursos de aprendizajes bien definidos. A docentes y estudiantes que tiene conectividad, les será más útil aprovechar estas plataformas y sus cursos, que intentar conectarse para trasladar clases dialogadas en línea, mejor aprovechan los contactos para proyectos de investigación y aplicaciones a la realidad.     De forma similar, la educación superior ha tenido que improvisar, si bien tiene mejores condiciones y en algunos casos dispone de mejor capacidad instalada y carreras virtuales; aun así, no logran cumplir la adaptación y objetivos de aprendizaje en tan corto plazo. En el país, las universidades necesitan más recursos, tecnologías de información y comunicación, docentes capacitados, modelos pedagógicos virtuales y avanzar en la cultura digital. 

Estamos en tiempos críticos con una educación en emergencia y las sociedades están realizando los ajustes necesarios para mantener su actividad educativa, aprovechando al máximo las condiciones preexistentes. Esto ha implicado pasar a una educación a distancia, utilizando las tecnologías de la información y comunicación disponible y avanzar a una educación virtual sin éxito porque requiere de un proceso integral e inversión 

La tendencia es avanzar en las escuelas del futuro en lo tecnológico y pedagógico, en donde los aprendizajes cada vez más se personalizan; avanzar en la flexibilidad curricular e innovar en los aprendizajes presenciales y a distancia; digitalizar el sistema educativo y fortalecer el uso de herramientas tecnológicas en los aprendizajes, lograr eliminar la brecha digital y la conectividad masiva. Recuperar y actualizar la visión de la televisión educativa estatal para potenciar los aprendizajes. Modernizar las clases presenciales, capacitar a los docentes y abrir un nuevo espacio tecnológico en lo presencial. Profundizar el compromiso de la familia, los docentes y comunidad en el objetivo compartido de la educación. Y sin duda, trabajar con políticas de Estado por una educación de calidad que elimine las brechas y desigualdades existentes, incluyendo las brechas digitales y tecnológicas. 

Los nuevos tiempos demandan un aprendizaje autónomo, interactivo, creativo, reflexivo y crítico constructivo, colaborativo y en red, multidisciplinar e innovador. Recuperar la visión política, pedagógica y ética. 

A propósito de la educación a distancia 

La educación a distancia no es nueva, la primera generación nace a finales del siglo XIX y principios del XX, con el desarrollo de la imprenta y los servicios postales, se identifica con la correspondencia. Las siguientes generaciones se identifican con las telecomunicaciones y telemática. (García, 1999).  

El concepto es transmitir conocimiento a distancia a través de los servicios postales (Penny post) y en 1939 la enseñanza basada en el contacto telefónico para personas con discapacidad y enfermos (García, 1999). En 1952 aparece la docencia por televisión y en 1969 la educación superior a distancia con una secuencia de universidades en el mundo: España (1972), Alemania (1974), Holanda (1982), Irlanda (1982), Suecia (1984), Bélgica (1987), Francia (1987), entre otros. 

Se define como “proceso educativo en el que toda o la mayor parte de la enseñanza es llevada a cabo por alguien que no comparte el mismo tiempo y/o espacio que el alumno, por lo que toda o la mayor parte de la comunicación entre profesores y alumnos se desarrolla a través de un medio artificial, sea electrónico o impreso”. (UNESCO, 2002) 

La educación a distancia ha vivido con tres generaciones de tecnologías interactivas: la primera se base en el material impreso, cuyo uso se inicia con la educación para la correspondencia y evolucionando más tarde hacia los módulos auto instructivos impresos; la segunda se basa en los medios de comunicación (cine, radio, televisión y teléfono), destaca la Universidad Abierta del Reino Unido Gran Bretaña. La tercera es la contemporánea que se apoya en las tecnologías de la información y comunicación (TIC), utiliza las redes digitales y recursos multimedia. Estas tres generaciones no fueron secuenciales y excluyentes, aún conviven y han logrado combinar libremente el uso de material impreso, audiovisual y telemático. Se identifican con la instrucción por correspondencia, la teleducación, y la educación virtual, la formación en línea o el E-Learning « (Ministerio de educación de Perú, UNESCO, 2017) 

Herramientas y recursos gratuitos recomendados para docentes y estudiantes:   

Khan Academ. https://es.khanacademy.org/ 

Edmodo. https://www.edmodo.com/ 

GoAnimate. https://www.pixton.com/ 

Youtube Teacher. https://www.youtube.com/user/teachers 

Socrative. https://socrative.com/ 

Google Arts & Culture. https://artsandculture.google.com/ 

Mind Meister https://www.mindmeister.com/es 

Google Drive. https://www.google.com/intl/es-419/drive/ 

Duolingo. https://es.duolingo.com/ 

Coursera. https://www.coursera.org/ 

EDX. https://www.edx.org/ 

Comunicación, clases, video-conferencias y otros: 

ZOOM. https://zoom.us/es-es/meetings.html 

Google classroom. https://classroom.google.com/h?hl=es 

Microsoft Teams. https://www.microsoft.com/es-ww/microsoft-365/microsoft-teams/group-chat-software  

Skype. https://www.skype.com/es/ 

Fuentes: 

  • García, L. (1999). Historia de la educación a distancia. UNED, España. 
  • Ministerio de educación de Perú, UNESCO (2017). Docentes y sus aprendizajes en modalidad virtual. Lima, Perú. 
  • Oppenheimer A. (2014). Crear o Morir. DEBATE, Argentina. Pgs. 43-46 
  • Sitios Web de Plataformas gratuitas en línea. E-learnig. 
  • UNESCO (2020). Coalición mundial por la educación Covid 19. 
  •  https://es.unesco.org/covid19/globaleducationcoalition 

  • Webinar: La educación superior con el acelerador a fondo en sus clases virtuales. https://impactotic.co/2020-1-no-es-educacion-virtual-sino-educacion-de-emergencia-la-que-se-esta-viviendo/ 
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    Felipe Rivas
    Felipe Rivas
    Académico

    El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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