"Nadie tiene razón ni autoridad para ofender a quienes fuimos víctimas directas de graves violaciones de nuestros derechos y sobrevivimos. Tampoco se puede ofender a quienes también nos convertimos en víctimas, al perder a nuestros familiares en el marco de las atrocidades encabezadas por la Fuerza Armada de El Salvador, como en el caso de la masacre en El Mozote y otros cantones aledaños; o a lo largo del desarrollo sostenido de la matanza perpetrada en San Vicente bajo las órdenes de Mayo Sibrián, con el consentimiento del mando de su organización guerrillera", sostiene la organización de VIDAS, integrada por víctimas de antes y durante la guerra civil salvadoreña, que reclamó este miércoles al mandatario Nayib Bukele por el hecho de que recientemente dijo en un acto público que la guerra y los acuerdos de paz habían sido una "farsa".
"Nadie puede ni debe agraviar más; mucho menos el presidente de la república y jefe de Estado", agregó el comunicado de Víctimas Demandantes, una agrupación que aglutina a víctimas de antes y durante la guerra civil, pero que tienen la singularidad de tener demandados a sus victimarios ante los tribunales locales.
Otra de las posiciones que tiene VIDAS, es que al asegurar el presidente Bukele que la guerra y los acuerdos que le pusieron fin fueron una “farsa”, ciertamente es un ultraje a quienes sufrimos en carne propia detenciones ilegales y torturas así como a quienes seguimos sufriendo por nuestros seres queridos asesinados o desaparecidos. Los anteriores gobernantes del país durante la posguerra tenían su versión.
"La narrativa de las administraciones de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) se centró en que fue resultado de una “agresión del comunismo internacional”; la del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) alegaba la “injusticia social” y la imposibilidad de superarla por “la vía pacífica”. Sin embargo, nunca se afirmó que haya sido ‒junto con los mencionados acuerdos‒ una simulación; lo que sí fue falso e hipócrita por parte de ambos partidos fue el “cumplimiento” de lo que acordaron, apuntó la agrupación de demandantes, que agrupa a víctimas tanto de la FFAA como de la guerrilla.
¿Qué sentido tiene la lucha de las madres que exigen saber que pasó con sus hijas e hijos que arrancaron de sus vidas, dejándoles la más profunda herida en sus corazones, si eso fue parte de una “farsa”? ¿Cuál es nuestra historia entonces, sobre la que debemos construir nuestro futuro como nación?
Esta nueva “historia oficial” presidencial puede prestarse para mantener e incluso fortalecer la impunidad. ¿Qué archivos militares existirán si los hechos terribles que se afirma sucedieron en perjuicio de cientos de miles de personas, son una monumental ficción? ¿A quién perseguir para que pague ante la justicia y la historia sus culpas, si no las hay? ¿Qué sentido tiene la lucha de las madres que exigen saber que pasó con sus hijas e hijos que arrancaron de sus vidas, dejándoles la más profunda herida en sus corazones, si eso fue parte de una “farsa”? ¿Cuál es nuestra historia entonces, sobre la que debemos construir nuestro futuro como nación?
Finaliza el comunicado de VIDAS: "Nada ni nadie, Nayib Bukele, borrará de nuestra memoria lo que recién afirmaste. Nuestra lucha es legítima y esa legitimidad nos mueve a continuar demandando con mayor firmeza la luz de la verdad, la obligada justicia, la sanadora reparación integral y las garantías de no repetición, sin establecerse aún, y que ahora ‒más que nunca‒ se alejan en medio de un riesgoso horizonte de país. Somos y seguiremos siendo VIDAS EN LUCHA, así con mayúsculas, contra quienes pretenden continuar protegiendo criminales de guerra y castigando a sus víctimas".
