Luego del duro golpe sufrido en las semifinales de la Champions ante el Liverpool, el Barcelona buscaba consuelo en la final Copa del Rey, donde lo esperaba un envalentonado Valencia que haría hasta lo imposible por llevarle una alegría a su afición en el año de su centenario.
La suerte se volcó desde un principio para el cuadro naranjero, ya que a penas en el minuto cinco rozó el uno cero cuando Lenglet le entregó el balón a Rodrigo por error en la frontal del área, quien no tuvo líos para dejar atrás al portero Cilessen y logró rematar a portería, pero ahí estaba Piqué para rescatar el esférico de la línea de gol.
El planteamiento de Marcelino era claro, resguardar el orden en su propio campo y cuando tuviese oportunidad, salir como balas hacia la portería rival buscando sorprender mal colocada a los defensores catalanes.
Esta fórmula les entregó el primer gol, luego de que en una contra, Gaya logró penetrar por banda izquierda y mandó un centro retrasado al punto penal donde apareció Kevin Gameiro, el atacante francés dribló ante la marca de Jordi Alba sacó un remate al ángulo imposible de parar para Cilessen.
Los valencianistas encontraron en el empuje por las bandas una mina de oro y les valió para encontrar el segundo tanto. Jordi Alba volvió a flaquear en la marca y se vio superado por la carrera de Carlos Soler, quien mandó un centro al área chica donde ya esperaba el esférico Rodrigo para hundirlo con un potente remate de cabeza.
Durante el resto de la primera mitad, Rakitic y Messi exigieron al meta valencianista, Jaume Doménech, con dos remates de larga distancia, pero el marcador se cerraría con el 2-0 en favor de los naranjeros.
Una vez superado el descanso, Valverde no demoró con los cambios y sacó a Arthur Melo para dar ingreso a Arturo Vidal y Semedo cedió su lugar para la entrada de Malcom.
En el otro bando, Marcelino tuvo que reaccionar a la lesión de Dani Parejo y decidió incluir a Kondogbia en el juego. La baja del volante español puso en aprietos al centro del campo che, que conforme pasaban los minutos era consumido por la presión de los blaugranas. Una gran combinación entre Messi y Malcom culminó en un remate del argentino en el travesaño que pudo haber sido el descuento a penas al minuto 56.
Sin embargo, el capitán blaugrana tendría su revancha el minuto 73, Malcom remató de cabeza un saque de esquina y el balón rebotó en el travesaño, pero afortunadamente el rebote le cayó a Messi que solo tuvo que empujarlo para sellar el descuento.
Con el descuento, los pupilos de Valverde continuaron empujando y sometieron al Valencia a un sufrimiento que parecía no acabar, pero el marcador ya no se movió y lograron consumar un título en el año de su centenario a costas del doblete culé.