jueves, 7 noviembre 2024
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Solidaridad con Panamá

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"El actual problema minero se trata de un proyecto minero desarrollado por una gran empresa minera canadiense en Panamá, la First Quantum Minerals": Guillermo Russo Checa, Ex Embajador del Perú en Panamá.

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Por Guillermo Russo Checa, Ex Embajador del Perú en Panamá, abogado y ex director de la empresa minera canadiense Sulliden.

Un cataclismo político panameño después de la invasión norteamericana contra Noriega en 1989, esta es la lamentable situación en que se encuentra Panamá ahora. Capaz en mi modesta opinión también converge con la crisis interna política panameña similar a muchos de nuestros países en América Latina, y en especial con el Perú que fue, es y será un país minero se quiera o no se quiera por izquierdas, derechas o centro, porque el tema es otro en la actualidad, es el manejo eficiente, sostenible y medioambientalmente aceptado por tirios y troyanos. Si no, no puede haber minería venga de dónde venga. Y nos corresponde a los pensantes de la región en lograr el manejo del sector minero junto con la agrícola para el presente siglo, si no lo sabemos hacer bien seguirán los conflictos irracionales por el mal manejo de todos, tirios y troyanos, creo que todos los involucrados deberíamos hacer un acto de contricción, seamos responsables, hablemos con la verdad. Nuestros pueblos y los sectores más vulnerables están ansiosos de encontrar una respuesta por parte nuestra, sino se las damos vendrá la noche de los cuchillos largos, en mi caso particular yo estaré de parte de las aspiraciones del pueblo marginado en todas partes.

Me atrevo a escribir este artículo porque mal que bien tengo alguna experiencia en el sector minero en Canadá y en Perú. El actual problema minero se trata de un proyecto minero desarrollado por una gran empresa minera canadiense en Panamá, la First Quantum Minerals, que es la sexta empresa minera más grande en el mundo en extracción de cobre,  y la cual tiene que regirse por las leyes canadienses que son muy drásticas y sosteniblemente medioambientales. Esta empresa que opera en Mauritania, Zambia, Australia, España e incluso en Finlandia, acaba de adquirir uno de los proyectos mineros de cobre más importantes del Perú, llamado “La granja”, en Cajamarca, lugar que curiosamente fue donde el último inca Atahualpa, ofreció a Francisco Pizarro, quien venía de Panamá, dos cuartos de plata y uno de oro por su libertad. Y recordar que este proyecto en Cajamarca ha estado durmiendo el sueño de los justos los últimos cuarenta años.

Yo hasta ahora como diplomático, abogado y habiendo vivido en Panamá y Canadá durante doce años, no comprendo cómo hemos podido llegar a esta situación, cuando los que conocemos un poco el sector de lo que se trata en este tema, es de la prevención de conflictos para explotar racionalmente los recursos que Dios mismo nos ha dado. Y este ejemplo lamentable de Panamá es un baño de agua fría para todos los países de la región, en que debemos ser conscientes, responsables y actuar con eficiencia que en este siglo que ya estamos terminando su primer cuarto, tendrá que haber una minería responsable, sostenible, medioambientalmente bien llevada y lo más importante, en conformidad a esas  comunidades marginadas  históricamente y olvidadas por las clases dirigenciales de nuestros países que rodean a los proyectos mineros, y en general para el manejo de los recursos naturales. Tenemos que ser toda la región solidario con Panamá y apoyarlo, orientando y asesorando en lo que sea necesario para que encuentre una salida equitativa para todas las partes.

América Latina tiene cada vez mayor importancia en este tema, por lo que yo creo que debería haber una solidaridad de nuestros países respecto a este “cataclismo político” que está viviendo Panamá, que es un país muy bello, turísticamente sensacional, con su población en todos sus niveles alegre y positiva, los cuales tienen el derecho de saber la verdad, que si se puede, sobre el manejo de sus recursos en forma sostenible sin afectar a nadie. Y si por distintas razones no funcionan la relación entre Estado, empresas y la población, volteamos la página, y ya fue, para que le vamos a buscar tres pies al gato. Ya basta, nuestros países han perdido mucho tiempo en los últimos doscientos años. Y Panamá es muy importante no solo para los panameños sino para los latinoamericanos, tanto para la región como para la conectividad mundial. Dios quiera que Panamá este a la altura pero tengo dudas de que salga de este problema fácilmente, porque desde ayer, jueves 30 de noviembre, ya fue al CIAD, el organismo de arbitraje al que ya recurrió la empresa ayer, y que le costará al Estado y al pueblo panameño el incumplir los acuerdos firmados. No voy a juzgar a la historia de este proyecto pero si puedo decir que insisto en que el manejo de la minería y agricultura si se puede , y que lamentablemente en este caso, no ha habido en las últimas décadas un manejo sostenible de políticas públicas que es lo que se necesita en estos temas, dónde estén presentes gato, pericote y perro, como diría nuestro San Martin de Porras que yo espero que su madre, nacida en Taboga, en Panamá, influya sobre la sensatez del pueblo panameño y de los canadienses que dirigen First Quantum, para encontrar una solución consensuada. Capaz algunos pensaran que soy ingenuo pero yo aprendí de uno de los peruanos más ilustres, el embajador Pérez de Cuéllar, quien fue Secretario General de las Naciones Unidas en dos oportunidades, y a quien conocí, que en la vida lo que hay que hacer es negociar, negociar y negociar. Yo espero, quiero creer que por el bien de Panamá, de Centroamérica y de la región, que este proyecto emblemático se de y funcione en forma consensuada. Pero como dicen los americanos, nunca es tarde.

Espero equivocarme y que no se cumpla la otra frase norteamericana, “Wishful thinkin” , que significa “lo que uno quisiera que salga”. Nos corresponde a todos los demócratas de América Latina, encontrar formas de apoyar a Panamá con la importancia que tiene. No dejemos solos a Panamá en estos momentos cruciales en su historia después de la invasión norteamericana cuando Noriega, el corrupto, estaba en el poder. 

La minería no es porque nosotros queramos sino por la riqueza que tenemos. En el caso peruano tuvimos el grave error de tener a un Cachaco ignorante como presidente del Perú que le hizo mucho daño, y que la historia lo juzgará, al dividir al pueblo con esa falsa disyuntiva de “agua si, oro no”, que hasta el día de hoy seguimos pagando los platos rotos, mientras el pueblo peruano no tiene los recursos que debería tener, pidiendo tenerlos. Nos rasgamos las vestiduras y afirmamos en calles y plazas por tirios y troyanos, en el Perú y en el extranjero, promovemos que tenemos proyectos por más de 54 mil millones de dólares en minería, y que en mi modesta opinión es puro floro, ya que nadie le pone el cascabel al gato para ser eficientes en este tema, porque si lo fuéramos me atrevería a afirmar que el Perú tendría un crecimiento anual del 5 al 7% del PBI. Esto es de lo que sabemos, imaginemos lo que se está por descubrir, porque lo explorado hasta la fecha no pasa del 1.5% del territorio nacional. Es una gran irresponsabilidad histórica con nuestros pueblos y con los pobres del Perú, por parte de los políticos corruptos e ineptos que manejan el país hoy por hoy, cuando treinta por ciento de la población pasa hambruna, anemia, tuberculosis, etcétera. Yo lo que quisiera ver es que todos los peruanos tengan posibilidad de desayunar, almorzar y comer, y si es posible que tomen lonche. No es posible en un país que hasta 1532 todo el mundo comía y vivía feliz. Hoy vemos cómo en el año 2022 se han ido 400 mil peruanos al exterior y no han vuelto. Este no es el Perú que yo conocí. Nos hemos ido degradando , y hay que evitar la degradación no solo en Perú sino también en Panamá que es un país que está muy ligado al nuestro por razones históricas, y al que quiero, he querido, y querré.

La disyuntiva no se trata de mina si o mina no, sino de elegir entre una minería obsoleta o elegir una minería sostenible como Canadá. Ser pro minero hoy es ser pro minero sostenible, medioambientalmente bien llevada y de acuerdo con las comunidades que rodean al proyecto. 

Y es que el gran error de nuestros países es no haber tenido políticas públicas consistentes en el tiempo  en el manejo de nuestros recursos, en especial la minería, porque nuestra región participa con la producción de más del 40% de minerales en el mundo. Y ojo con esas fuerzas  extrañas que vienen de todas partes, y algunas más cerca de lo que creemos, que nos dicen que el desarrollo minero es negativo para nuestros países, es la mentira más grande, cuando en realidad al ser bien manejada  va a contribuir con el desarrollo económico y social de nuestros pueblos, que lo necesitan efectivamente y pronto, hay mucha hambre en la región y el hambre de los pueblos no espera.

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Redacción ContraPunto
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Nota de la Redacción de Diario Digital ContraPunto

El contenido de este artículo no refleja necesariamente la postura de ContraPunto. Es la opinión exclusiva de su autor.

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