La Dirección Nacional de Patrimonio Cultural y Natural implementará en el departamento de Sonsonate el proyecto “Titajtakezakan: hablando a través del tiempo: tradición oral y uso de tecnologías de la información y comunicación (TIC)”, el cual busca inventariar el patrimonio local de Santo Domingo de Guzmán. Legado que según la Secretaría de Cultura de la Presidencia (Secultura) incluye con especial énfasis las costumbres orales, mitología, cuentos y leyendas de la zona.
El proyecto es apoyado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) que junto a técnicos del Departamento de Registro de Bienes Culturales han iniciado la capacitación de 25 estudiantes de entre 15 y 17 años de la localidad para inventariar las tradiciones de la comunidad.
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“Estos jóvenes serán los principales participantes del proyecto para la valorización del patrimonio cultural en la zona. Cada adolescente impulsará el diálogo con las personas adultas de la localidad para datar los conocimientos y saberes de su comunidad”, explicó la antropóloga Ana Mata.
La labor de las instituciones contempla la realización de entrevistas para documentar la tradición oral de cada habitante. Luego cada charla será sistematizada para la realización de un documento que contendrá las tradiciones de Santo Domingo de Guzmán.
El proyecto propone la ejecución de talleres en los adolescentes sobre el uso de las tecnologías de información y comunicación a través de la creación de páginas webs, blogs y redes sociales.
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En datos proporcionas por la Secretaría de Cultura, Santo Domingo de Guzmán es el municipio con el mayor número de nahuablantes del país. Por esta razón la institución se enfocará en la recuperación de la lengua náhuat en la comunidad.
Según Secultura el náhuat llegó con las migraciones procedentes de México, que poblaron territorio salvadoreño entre los siglos VIII y XIII. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) afirma que es la única lengua indígena que ha sobrevivido en El Salvador y en la actualidad se encuentra en estado crítico de extinción.
“La tradición oral de las comunidades hablantes de náhuat constituye una de las formas en que se sustenta y se trasmite la lengua. A través de esta es posible el traslado intergeneracional de los pensamientos y sentimientos sobre aquello que les rodea, de las relaciones que entabla con la naturaleza y sus semejantes, de los mitos de origen”, acotó Mata.
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Se estima que los pueblos indígenas conforman entre el 12% y 17% de la población salvadoreña. En el país existen comunidades Náhuat-Pipil en los departamentos de Ahuachapán, Santa Ana, Sonsonate, La Libertad, San Salvador, La Paz, y Chalatenango; Pueblos Indígenas Lenca en los departamentos de Usulután, San Miguel, Morazán y La Unión; y el Pueblo Indígena Kakawira en la ciudad de Cacaopera, departamento de Morazán.
El proyecto será financiado por la UNESCO a través del fondo del Fondo de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural e Inmaterial, la Secretaría de Cultura de la Presidencia y por el Complejo Educativo de Santo Domingo de Guzmán.