Periodistas de cuatro países del área y México, apoyados por la Deutsche Welle Akademie y dos organizaciones de Guatemala y Colombia, nos reunimos tres días en Antigua para analizar la situación de violencia y la necesidad de crear protocolos de seguridad en la región.
La preocupante realidad del trabajo diario de reporteros en coberturas de sucesos políticos, revueltas callejeras, hechos sociales, actividades del narcotráfico y la galopante actividad de las pandillas provocaron el encuentro auspiciado por la organización alemana.
Al esfuerzo de la DW, para conversar con 12 periodistas de Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador y México entre el 26 y el 28 de noviembre, se unieron el Centro Civitas y la Fundación para la Libertad de Prensa de Colombia (FLIP), que aportaron conocimientos para impulsar un protocolo que luego derive en otros para medios locales en cada país o región.
Johannes Metzler, de la DW Akademie, dijo que la situación de seguridad para los periodistas en el área es preocupante, pues están en la mira del crimen organizado, por lo que se requiere protección construyendo protocolos.
Las ideas fluyeron a través de la experiencia laboral de redes de reporteros o redactores de radios comunitarias en Guatemala y Nicaragua, otros medios locales entre radios, televisoras, semanarios y revistas digitales en México, Honduras y El Salvador.
Los participantes expusieron sus realidades, el peligro y las presiones que se enfrentan en las coberturas, en algunos casos no solo de bandas delincuenciales, enardecidos manifestantes infectados de polarizaciones sociales, políticos corrompidos o funcionarios estatales que son denunciados por sus incapacidades o corruptelas.
Y de acuerdo a esas situaciones se discutieron ideas y puntos que deben contener protocolos para que los riesgos sean menores.
Aunque los responsables de la seguridad de los periodistas son los Estados, lo cual es inexistente, las discusiones en la hermosa ciudad Antigua Guatemala -con el telón de fondo de las fumarolas del volcán de Fuego-, se basaron en los temas que más preocupan a cada medio representado, de acuerdo a realidades en los países que funcionan.
Evelyn Blanck, del Centro Civitas de Guatemala, dijo que además de dar seguimiento a casos de periodistas en peligro también forman a los operadores de justicia para que entiendan que su rol es protegerlos, no agredirlos, como muchas veces sucede.
Los participantes regresamos a nuestros países para discutir aspectos que contiene el protocolo marco, analizado en Antigua, y crear nuestro propio mecanismo de prevención, ante los peligros de ser periodista en Centroamérica y México.
Según Reporteros sin Fronteras “en Centroamérica la violencia y la impunidad siguen haciendo que reinen el miedo y la autocensura”, y pone de ejemplo a México que ocupa el puesto 147 y Guatemala el 116 de 180 países analizados. En 2017 en México asesinaron 11 periodistas y es “el segundo país más mortífero del mundo para los periodistas”.
La misma organización registra para 2018 en el mundo 63 periodistas, 13 internautas y 4 colaboradores asesinados, así como 166 periodistas, 150 internautas y 18 colaboradores encarcelados.