Fernando José Martínez Marroquín, jugador de la Tercera División del Fútbol Profesional Salvadoreño, nunca creyó que una “charamusca” – partido de fútbol con fines de esparcimiento- con sus tíos, se tornaría en una pesadilla que actualmente la está viviendo en la celda 9 de las bartolinas policiales ubicadas en calle Concepción de San Salvador, mejor conocidas como “El Penalito”.
Familiares del joven narraron a ContraPunto, que el sábado 26 de marzo dos familiares y Martínez Marroquín salieron en la tarde con rumbo al “Cafetalón” a reunirse con amigos, donde normalmente se entretienen jugando al balompié como una forma de sano esparcimiento.
Cuando el reloj asomaba las siete y media de la noche, los dos hombres y el joven de 21 años de edad, decidieron retirarse del lugar porque consideraron que ya era tiempo de regresar a casa para disfrutar una rica cena.
Al salir del parque todo transcurría con normalidad, pero al llegar a un sector contiguo a la colonia donde ellos residen que es San José El Pino de Santa Tecla, La Libertad, fueron interceptados por militares.
El problema es que ellos desconocían que esa residencial había sido tomada por policías y militares, como parte de la estrategia de seguridad para reducir la tendencia al alza de los homicidios que se registraron el fin de semana a escala nacional.
Además, esta medida fue reforzada con la declaratoria de Estado de Excepción emitida por los diputados horas antes. Sin embargo, el gobierno sorprendió a muchos ciudadanos con este tipo de cercos militares, debido a que el presidente de la República, Nayib Bukele, dijo que no se iba a limitar la circulación de los ciudadanos.
Lo que se establecía era que se iban a realizar registros e intervenciones en las telecomunicaciones, en virtud de lo que indica el artículo 29 de la Constitución de la República que en caso de alguna calamidad o perturbación del orden público se suspenden algunas garantías constitucionales.
“Cuando los interviene el militar, se va directo a Fernando y lo empiezan a cuestionar pero a los otros dos señores no le dicen nada, solo que se apartan. Luego lo que hace el militar es llevárselo sin mayor explicación a un policía, por lo que les dice de que lo acusaban pero no le dijeron nada”, indicó la familiar.
La ciudadana narró que lo único que lograron hacer los hombres, fue contactar a la demás familia para poder tomar medidas y sacar lo más pronto a Fernando José del problema que se encuentra.
Reprochó que es necesario hacer este proceso de forma ordenada, para que no se sigan dando más abusos.
“A él se lo llevaron solo porque es joven y vive en una colonia vulnerable”, expresó.
Por lo tanto, dijo que el plan los hace sentir miedo en lugar de sentirse seguros, porque desconocen como actuarán las autoridades.
Este medio quiso obtener la postura de la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT), a lo cual personal de la Tercera División indicó que no se podía dar declaraciones, porque no tratan nada de información de ese tipo.
Sin embargo, indicaron quien podría dar una postura es el equipo en el cual milita el joven.
Por lo tanto, se contactó a Roberto Chicas, representante de Club Deportivo Quezaltepeque, quien dio detalles de lo que hacen para poder velar por el honor de su jugador.
“La hermana de él (Fernando José) se comunicó con nosotros horas después de la detención. Nos solicitó una constancia porque pertenece a nuestro club, se le facilitó ayer (domingo) y se la fui a entrega, pero le informaron que fue trasladarlo a un centro penal”, relató Chicas.
Agregó, que se encuentran trabajando y recibiendo asesorías con abogados, para darle una pronta solución al caso, por lo que esperan que para el viernes el futbolista esté fuera.
“No le he visto tatuajes. Dentro del equipo es responsable con sus entrenos, es dedicado y da el 100% de sus capacidades. Con el resto del equipo no lo hemos hablado, porqué esto sucedió el fin de semana y tuvimos descanso en esta jornada, nos vamos a reunir a entrenar este martes y es donde podremos hablar”, manifestó.
