La Organización de las Naciones Unidas (ONU) dio a conocer este martes un informe del Estado de la Población Mundial 2017 que muestra el “circulo vicioso” de desigualdad en que se encuentra Latinoamérica por el alto índice de embarazos en adolescentes que impide que las menores de edad y sus hijos salgan de la pobreza.
En un análisis realizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) observó que existen disparidades en cuanto a ingresos familiares, educación y empleo sobre los derechos sexuales y reproductivos, como el acceso a la planificación familiar, corrobora que en la región hay una estrecha relación entre la pobreza y las crecientes tasas de fecundidad entre las mujeres más jóvenes.
América Latina y el Caribe se encuentran en una fase intermedia y avanzada en los indicadores de salud reproductiva lo cual muestra una elevada proporción de 94% partos atendidos por personal médico, así lo registró el documento titulado "Mundos aparte: La salud y los derechos reproductivos en tiempos de desigualdad".
La agencia de la ONU indicó que se ha convertido en "el mayor desafío para la región en términos de derechos sexuales y reproductivos" hay una condición de desventaja social de las mujeres que se refleja en crecientes tasas de embarazo adolescente.
El UNFPA considera que en la región hay una alta relación entre los niveles de desigualdad en los salarios de hombres y mujeres con la cantidad de embarazos adolescentes y en esa franja de mayor inequidad se ubican Bolivia, Perú, Argentina, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Colombia.
El director para Latinoamérica del UNFPA, Esteban Caballero dijo a una agencia internacional que "El embarazo adolescente es un fenómeno de la pobreza de América Latina, donde el peso de la inequidad es más contundente, porque es la región más desigual", incluso en cuanto al acceso a anticonceptivos, la tasa en el área rural es menor, con un 67%, y al 73% en las zonas urbanas.
Por ello, el UNFPA insiste en combatir ese círculo "vicioso" de inequidad porque, al carecer de acceso a métodos anticonceptivos, las mujeres más pobres, en especial las de menor escolaridad y de áreas rurales, están más expuestas a embarazos no deseados, lo que retrasa su incorporación al mercado laboral y reduce aún más sus ingresos.
También Caballero agregó que "se trata además de un ciclo de transmisión intergeneracional de la pobreza" al advertir que hay un grupo de países a los que se les está prestando especial atención: República Dominicana, Honduras, El Salvador y Guatemala.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) alertó en el mes de julio de que el porcentaje de menores embarazadas en la región es más alto en la población afrodescendiente e indígena.
La ONU aseguró en su informe instó a abordar otras dimensiones de la desigualdad de género con la ampliación del acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva es solo la mitad de la solución.
Entre algunas de las proyecciones que tienen previstas esta llegar a las mujeres más pobres con servicios esenciales de atención de salud materna y prenatal; conceder prioridad en programas de planificación a las que viven en el 40% de los hogares más pobres, entre otras.
Caballero resaltó que en el tema de embarazo adolescente se están "volcando esfuerzos" en la región y valoró que exista ya una plataforma de políticas para empezar a impactar en los indicadores que reduzcan la problemática, además de adoptar políticas progresivas que contribuyan al aumento en sus ingresos y la educación media a las niñas.