El Barcelona y el Liverpool lograron quedarse con los últimos boletos a los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa, tras golear al Olympique de Lyon y al Bayern de Múnich.
Messi reta a Cristiano
Tras la exhibición de su máximo rival, Cristiano Ronaldo, con la Juventus, Messi no quería quedarse atrás y firmó otra noche de ensueño ante el Olympique de Lyon en el Camp Nou gracias a sus dos goles y dos asistencias en la paliza de 5-1 que los blaugranas le endosaron a los galos.
Las malas noticias comenzaron desde tempranos para el cuadro galo, luego de que el árbitro, Marciniak, pitara un penal a favor del cuadro culé sobre el minuto 18 después de que Suárez fuera derribado dentro del área. Acto seguido, Messi se paró sobre punto penal y ejecutó el cobro “a lo panenka”.
Con la ventaja en el marcador, los catalanes se hicieron con el control del balón y comenzaron a marginar a los visitantes sobre su propio terreno, lo que les permitió incrementar su ventaja antes de marcharse al descanso. Suárez volvería a ser protagonista, pero en esta ocasión logró evadir la marca de la defensa para después servirle en bandeja el gol al cuestionado Coutinho.
Parecía que el trámite del partido marchaba sobre ruedas para los hombres de Valverde, pero cuando estaba por cumplirse la hora de partido, Lucas Tousart aprovechó un desconcierto de la defensa azulgrana en un tiro de esquina para firmar el descuento con un disparo ajustado que tomó desprevenido a Ter Stegen. Un gol más de los visitantes era letal para el equipo español.
Sin embargo, el propio Messi se encargaría de apagar las esperanzas del Lyon sobre el minuto 777. El astro argentino se plantó en los linderos del área, engañó con una serie de rebotes a la defensa y mandó un tiro raso que venció al meta Gorgelin.
El tercer tanto supuso un baldazo de agua fría para los franceses y Messi aprovechó el momento para guiar dos contraataques que acabaron en los goles de Piqué y Dembélé para completar la manita.
Klopp vuelve a ser verdugo del Bayern
Mientras tanto, en el otro duelo de la noche europea, se veían nuevamente las caras dos viejos conocidos, Jí¼rgen Klopp y el Bayern de Múnich y tras los 180 minutos de la serie el entrenador alemán ha vuelto a imponer sus condiciones ante los bávaros como lo hizo en tantas ocasiones cuando entrenaba al Borussia Dortmund.
Buena parte de esta gesta se debe a la brillante actuación del atacante senegalés, Sadio Mané, quien se agenció un doblete en el Alianza Arena en la victoria de 3-1 a favor de los ingleses.
Una situación que ha quedado evidenciada tras la eliminación del Bayern es el bajo estado de forma que atraviesa su capitán, el guardameta Manuel Neuer, ya que una mala salida de su parte originó el 1-0 que obligó a su equipo a tener que remar contra corriente desde el principio del duelo.
No obstante, el Bayern logró reponerse del golpe rápidamente con el autogol de Joel Matip, quien no pudo rechazar de modo adecuado un centro de Gnabry, por lo que los primeros 45 minutos acabarían con el empate 1-1.
Lastimosamente, el gigante alemán se desconectó en la segunda mitad, lo que le permitió al Liverpool volcarse al frente aun cuando no lo necesitaba ya que el gol de visitante le daba la ventaja en la serie y fue entonces que apareció el central Van Dijk para rematar el esférico en un tiro de esquina y colocar el 2-1.
Finalmente el tercero llegaría tras una jugada magistral de Mohamed Salah en la que desbordó a la defensa bávara por el costado derecho y se inventó un alucinante centro con el borde exterior de su bota izquierda y la redonda tomó dirección hacia donde estaba Mané de nueva cuenta para sellar la victoria del cuadro inglés y su pase a los cuartos de final.