La marca de vodka Smirnoff ha aprovechado las supuestas relaciones entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y Rusia para lanzar una divertida campaña publicitaria en la nación estadounidense. Los carteles publicitarios se han viralizado rápidamente en las redes sociales.
Uno de los anuncios instalados en la estación del metro de Nueva York se puede leer: "Hecho en América. Pero estaríamos felices de hablar sobre nuestros lazos con Rusia bajo juramento".
Ese mensaje es una clara referencia a la invitación que realizó el senador demócrata Chuck Schumer para que Trump testifique bajo juramento ante el Congreso sobre su supuesta relación con Rusia.
Las palabras de Schumer han formado parte de la investigación que involucra al exdirector del FBI, James Comey, quien la semana pasada rindió sus primeras declaraciones ante el Congreso de EE.UU. sobre sus encuentros con Trump y la presunta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016. Por su parte, el inquilino de la Casa Blanca calificó ese testimonio de "muy cobarde".
La marca Smirnoff fue fundada en Moscú en 1864 por Piotr Smirnov quien, tras la Revolución de 1917, emigró con su familia a Europa y después, a EE.UU., donde fundó varias destilerías. En estos momentos pertenece a la compañía británica Diageo.