El Salvador mantendrá una buena proyección económica para el primer trimestre del año 2022, según el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya.
“Si seguimos por esta ruta (como en el 2021) podemos sacar adelante la economía del país”, explicó el ministro de la cartera de Estado, ya que El Salvador sorprendió con su crecimiento de dos cifras en el año 2021. Gracias a ello el país destacó en toda la región latinoamericana.
En este sentido, Zelaya informó que, paralelamente, se va cumpliendo con todas las obligaciones como país a nivel nacional e internacional; y en este sentido se está buscando lograr reducciones en presupuestos.
“No hay riegos de impago en el país, El Salvador no ha dejado de cumplir ninguno de sus compromisos internacionales ni nacionales en materia de deuda y así vamos a continuar” explicó.
Además agregó que: “Hemos reducido de un 30 a un 25 % el nivel de emisión de deuda de corto plazo por cada Presupuesto General de la Nación, esperamos reducirlo año con año hasta llegar a un 15%”.
Desde el Gobierno central se está trabajando en planes que logren ayudar, además, la situación económica de las empresa salvadoreñas para una mejor reactivación económica y realizando trabajos de inversión dentro de la nación.
“Estamos implementando políticas de reactivación económica e invirtiendo fondos públicos en infraestructura”, recalcó.
Con respecto a las valoraciones del FMI, el funcionario destacó que la respectiva institución también ha hecho hincapié en el buen manejo de la pandemia, con lo cual se ha logrado una recuperación económica notable y que gracias a ello se augura una recuperación sostenida para el 2022.
Asimismo, el FMI ha señalado varios puntos e iniciativas que se podrían implementar; pese a ello, el ministro destaca que son los Gobiernos los que deben evaluar la alternativa e implementar esa u otras iniciativas que convengan según el contexto económico del país como tal.
“Tenemos buena negociación y relación. El Salvador continúa negociando con el FMI. Ellos señalan una serie de iniciativas a implementar y nosotros podemos decirles que en lugar de esas implementaremos estas otras”, recalcó, destacando que de igual manera se busca el bien a nivel de país.
Por otra parte, informó que El Salvador tiene programado emitir bonos bitcoin en marzo de este año, bonos que fueron anunciados por el presidente, Nayib Bukele, en noviembre del año pasado.
“Más o menos en marzo vamos a estar saliendo, los primeros 15 días de marzo tenemos nosotros programado terminar con todo lo necesario para que se emita el bono, estamos tomando todas las salvaguardas”, dijo Zelaya.
El ministro explicó que han tenido conversaciones con personas que conocen todos los requisitos de cumplimiento, reiteró que se debe cumplir con toda la normativa de emisión de títulos de valores de un bono soberano, pues está regulado.
Indicó que hay verificaciones que se hacen de los flujos de de los compradores de bonos, para evitar que estos caigan en actividades ilícitas.
Zelaya fue cuestionado de si se ha medido el riesgo en torno a esta operación, a lo que el funcionario aseguró que “absolutamente sí”, pues han trabajando en cada uno de esos riesgos para minimizarlos.
Sobre la volatilidad de la moneda el ministro dijo que cuando un sistema sustituye a otro, o está en contraposición al sistema tradicional, será evidente que va a estar influenciado por decisiones del sistema tradicional que ya tiene un papel en el mercado.
El anuncio de la emisión de bonos en bitcoin se realizó en noviembre pasado, durante la presentación del proyecto “Bitcoin City”, donde el presidente Bukele reveló una emisión especial de bonos en 2022 denominados “Bono Volcán”.
En el mismo evento Samson Mow, director de estrategia de Blockstream, anunció la emisión de $1,000 millones en bonos bitcoin.
En ese momento se dijo que la mitad de los fondos de estos bonos se convertirán en bitcoins, y la otra mitad se invertirá en infraestructura y minería de bitcoins centrada en la energía geotérmica.
El Salvador está bajo la lupa de agencias como Moody’s Investors Service quien recientemente advirtió que si no se alcanza un acuerdo de asistencia financiera con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el país estaría frente a un riesgo de liquidez.
“Sin financiación del FMI, el gobierno necesitará implementar un fuerte ajuste fiscal reduciendo significativamente gastos este año en preparación para su bono de $800 millones que vence en enero 2023”, dijo Moody’s en un comunicado.
Lo que se teme es que la deuda pública de El Salvador alcance el 87 % del Producto Interno Bruto (PIB) en 2023, y que alcanzaría el 90 % si se concreta esta emisión en bonos bitcoin.
El FMI publicó la semana pasada un informe y en su artículo IV se señala que de aumentar la deuda pública para invertir en bitcoin “con las expectativas de su aumento continuo en el precio, al mismo tiempo que sincroniza el mercado para adquirir bitcoin, no es una solución permanente para aliviar las restricciones financieras”.
Y fue la misma jefa de misión del FMI en El Salvador, Alina Carare, que indicó que utilizando los activos volátiles y “poco estables” como colaterales aporta riesgos. La vocera de la entidad recomendó un análisis al respecto, pues las autoridades “no han subrayado los detalles operacionales”.
Zelaya aclaró durante una entrevista matutina este lunes, que el FMI dejó claro su posición de mantener una relación fuerte con El Salvador. Manifestó que es “falso” que el fondo pide eliminar el bitcoin como moneda de curso legal, pues, según el ministro, lo que se pide es “evaluar”.
Puntualizó que el FMI no está haciendo una diferencia al gobierno del presidente Bukele al señalar “algunas debilidades de las finanzas públicas de El Salvador”, sino más bien se retoma toda historia económica del país con los gobiernos anteriores.
“Creo que con el fondo tenemos una muy buena negociación, tenemos una muy buena relación. Cuando hay algo que no está de acuerdo nos lo decimos, y eso creo que es importante porque entonces eso nos permite dilucidar o avanzar mucho más rápido en los puntos que sí estamos de acuerdo”, dijo el ministro de Hacienda.
El funcionario descartó que el bitcoin sea un factor que haya detenido las negociaciones con el fondo, y aclaró que es un factor de “análisis y de mitigación de riesgos como cualquier”.