Llegué a la Facultad de Economía en el año 1959, era un joven de diecinueve años, con una ideología de derecha, con mucho entusiasmo por aprender. Al final del primer año me hice miembro del Frente Anticomunista de la Facultad de Economía, realizamos una fuerte lucha hasta lograr que renunciara el Decano de la Facultad el Dr. Piloña Araujo, quien era considerado por nosotros como un destacado comunista. Apoye al Dr. Sol Castellanos como Decano de la Facultad de Ciencias Económicas, porque no era comunista, había trabajado en la creación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y era de una familia adinerada; puse todos mis esfuerzos como dirigente estudiantil, para que tuvieran éxito las medidas de mejoramiento de la docencia y la investigación, adoptadas durante su administración. Me destaque como un buen estudiante, por preguntar en clase, estudiar mucho y obtener las mayores calificaciones; no obstante que mi profesor de filosofía, el Dr. Napoleón Rodríguez Ruiz, quien era mi tío y Rector de la Universidad, me rebajó tres puntos en la calificación final de esa asignatura por mala ortografía, redacción y capacidad de síntesis.
Participaba activamente en todas las reuniones estudiantiles para discutir los problemas de la Facultad, la Universidad y el país. Posiblemente eso motivo a que alumnos de años superiores, identificados con la izquierda, empezaron a conversar conmigo de todos aquellos aspectos de mis críticas en las que estaban de acuerdo. Los miembros de la Junta Directiva de la Sociedad de Estudiantes de Economía, controlada por los comunistas, me invitaron a que participara con mis puntos de vista en las cuestiones relativas al mejoramiento del trabajo académico de la Facultad.
En el año 1960 comencé a trabajar en la Rectoría de la Universidad de El Salvador como ordenanza, con el apoyo de la Oficial Mayor de la misma, a escondidas de mi tío el Rector, porque él no estaba dispuesto a nombrar como empleados de la universidad a sus familiares. A los pocos días se me asignaron funciones de oficinista por ser bachiller, sin mejorar mi sueldo. Me correspondió ser testigo del brutal proceder de las instituciones policiales durante la toma del edificio en que funcionaban la Rectoría, Facultad de Ciencias Económicas y Facultad de Humanidades, así como de la paliza que le dieron al Rector y al Secretario General. Posiblemente esta vivencia me hizo reflexionar sobre el proceder del gobierno y me hice de la oposición, pero continuaba teniendo una ideología de derecha. Además de la gente de izquierda de la Facultad de Economía, dirigida por Antonio Osegüeda, yo tenía contacto con otros destacados personeros del Partido Comunista como Roberto Cea (Poeta), José Napoleón Rodríguez Ruiz (mi primo, escritor, Decano de la Facultad de Humanidades), Roque Dalton (Poeta)y Tirso Canales (Poeta).
A principios del año 1961 gané las elecciones estudiantiles de la Facultad de Economía para ser miembro del Consejo Ejecutivo de la Asociación General de Estudiantes Universitarios (AGEUS), francamente creo que algunos estudiantes de izquierda creyeron mis promesas de luchar por la reforma universitaria. En AGEUS encontré que los representantes de las facultades de Derecho (Tomas Guerra), Ingeniería (Eduardo Dada) y Humanidades eran comunistas, mientras que los de las facultades de Química (Armando Bukele), Odontología, Medicina y Economía éramos de derecha; sin embargo, todos estábamos dispuestos a luchar contra la dictadura militar, mantener a la Universidad al lado de las luchas populares, defender la autonomía universitaria y lograr un presupuesto adecuado. Efectivamente así lo hicimos, teniendo que reunirnos y vivir en un cierto nivel de clandestinidad, dirigíamos la lucha de calle del estudiantado y la lucha interna impulsando la reforma universitaria (planes de estudio, mejoramiento de la planta docente, mejoramiento de bibliotecas, creación de institutos de investigación, fortalecimiento de la proyección social). En la lucha social me especialicé en dirigir marchas estudiantiles sin poner en peligro a los participantes, resolver problemas logísticos de sonido, así como lograr una salida segura de algunos de los oradores del lugar del mitin o protesta.
La Facultad de Economía se había trasladado al Edificio Chahín y se había convertido en refugio de varios dirigentes revolucionarios (incluido mi primo Pepe Rodríguez Ruiz). Yo luché para forzar la salida de los mismos, porque consideraba que las instalaciones universitarias no debían tener ese uso, además que esas personas hacían una vida de parrandas y recibían la visita de sus amigas.
Teniendo una ideología de derecha me integré en el Frente Unido de Acción Revolucionaria (FUAR), dirigido por el Partido Comunista, que impulsaba la lucha armada, como una de las formas de democratizar al país; creo que tomé esa decisión porque allí estaban mis nuevos amigos de izquierda y la represión militar se había hecho más fuerte.