Por Alessia Genoves
El Salvador transita a la percepción de Ingresos Medios Altos, superando la categoría con los Ingresos Medianos Bajos. La clasificación ha sido establecida por el Grupo Banco Mundial, basando su registro en lo índice de Ingreso Nacional Bruto (INB) per cápita del año 2023; donde la calificación del país es la de 4,720.0 puntos, dentro del rango de países con Ingresos Medios Altos, que es de los 4,466 a los 13,845. Sin embargo, ésta clasificación no correspondería a la del rango actual, sino a la del año 2022., que corresponde al rango de los 4,256 a los 13,205, por la vigencia de los datos.
2.6% definen la variación al alza en el Producto Interno Bruto de El Salvador, para el año 2022. El dato corresponde al PIB Real, no sujeto a variaciones interanuales, y corresponde al hecho de que el PIB de 2021 pasó de los $29,451,240,000.00 USD, para que en 2022 llegara a los $32,488.720,000.00 USD. Técnicamente, es la información requerida por el Banco mundial para definir las nuevas categorías de la economía global; a ello añadiéndose que, en los referidos períodos, el PIB percápita pasó de los $9,191.60 USD a los $9,387.54 USD.
ContraPunto, sin embargo, observa que, el Banco Mundial se basa únicamente en el PIB real del año 2022; más no toman en cuenta la variación en el precio de los productos y servicios que sí toma en cuenta la Encuesta de Hogares con Propósitos Múltiples (EHPM). Ésta última fuente ha identificado que que el margen de la población en situación de pobreza es la del 29,5%, del total de salvadoreños en el registro nacional, que es de 1,868,206; afectado, entre otros factores, porque la Canasta Básica Urbana -por ejemplo- ha aumentado a los $247.86 USD, pese a que los ingresos familiares llegaron a los $629.38 USD.
El Salvador: por los ingresos medios altos
Banco mundial ha destacado que El Salvador transita ya en el umbral de los Ingresos Medios Altos, al referirse a que el país ha incrementado sus INB. Según lo explica la institución, “la economía salvadoreña experimentó un crecimiento del PIB real del 2,6 %”. De manera que los componentes del consumo, la inversión (finanzas) y las exportaciones tienen una perspectiva distinta a la variación en el tiempo; y obedece a que el INB llegó a los 4,720.00 puntos en 2022.
Destaca el informe, por otra parte, que la nueva conversión en la definición de los márgenes de las categorías de Ingreso AF24 -a las que nos hemos referidos en el margen de ingresos-, así como la medición de los INB responden, entre otras cosas, a: “Cambios en el INB del Atlas per cápita”, por el continuo crecimiento de los países del mundo; y a los “cambios en los umbrales de clasificación”, que se “ajustan anualmente por la inflación, utilizando el deflactor de los Derechos Especiales de Giro (DEG)” ponderado por los deflactores del PIB de China, Japón, Reino Unido, EEUU y la Zona Euro.
“Un modesto crecimiento del PIB en 2022 fue suficiente para llevar a estas economías a la nueva categoría”, se cita del informe de la institución financiera, al referirse al caso de El Salvador, Indonesia, Ribera Occidental y Gaza. Estos países, pues, pasaron de estar “muy cercano al umbral de ingreso mediano alto en 2021”, a estar en dicho umbral, tras experimentar un ligero crecimiento en sus economías. Siendo que, para el caso, la de El Salvador incrementó a los 2,6%; la de Indonesia aumentó al 5.3%, con un INB de 4,580,00; mientras que la de la Ribera Occidental, con 4,220.00, y la de Gaza llegaron a un crecimiento del 3,9%.
Jordania, con un INB de 4,480.00 puntos, también se ubica en el mismo margen, pero con un crecimiento económico a la baja. Esto es así porque, según lo explica el Banco Mundial, fue afectado por la “gran revisión al alza (+8,6%) de las estimaciones de la población publicadas por la División de Población de las Naciones Unidas”. Sin embargo, ello no le impide estar en el margen del año 2023, ni en el de 2022, aunque dentro de la moda mínima, que corresponde a los 4,466 y a los 4,255 puntos, tanto como El Salvador.
El Salvador, para el próximo año, estaría sujeto a una proyección por la variación al alza en el crecimiento del PIB, de acuerdo con varias instituciones nacionales e internacionales. Para el caso, el Banco Mundial y el BCR prevén expectativas de crecimiento del 2.8% al 3%; mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) lleva sus expectativas de crecimiento al 2.4% de su PIB.
Los datos oficiales y los del Banco Mundial indicaron que el PIB en 2022 llegó a una cifra aproximada de $32,490,000,000.00 USD; mientras que para 2021 era de $29,450,000,000.00 USD. Pero éste cayó en 2020 a los $24,930,000,000.00 USD, cuando en 2019 era de casi $26,880,000,000.00 USD; aún mayor al de 2018 era de los $26,020,000,000.00 USD; y al de 2017, que era de $24,980,000,000.00 USD.
Crece la pobreza, pero hay más ingresos familiares
ContraPunto, sin embargo, observa que, mientras el Banco Mundial indica un cambio cualitativo en el tránsito de los ingresos medios bajos a los altos, la EHPM ya detalla que el margen de pobreza crece al 29.5%, de acuerdo con el último censo desarrollado en el segundo semestre de 2023. Su relación con la canasta básica y los ingresos familiares, como se ha explicado, puede contrastarse entre los $247.86 USD, frente a los $629.38 USD, respectivamente, que define un saldo sobrente de $3812.51 USD.
Mientras que su relación con los precios de la CBAR, define un saldo sobrante de $440.53 USD; sólo el único y exclusivo caso de que los ingresos familiares correspondan a esa media aritmética. Sin embargo, la encuesta sostiene que el ingreso per-cápita es de $197.32 USD en los hogares. Éste resultado aritmético sería, pues, menor a los $365.00 USD del salario mínimo que recibe un empleado del sector formal, de los ramos “comercial, industrial e ingenio azucarero”; así como el salario mínimo más bajo establecido en la Ley de Salarios, que corresponde a los sectores de “recolección de cáñamo y agrícola”, con un salario de $243.46 USD.
Ahora, la distribución de la pobreza varía conforme a las condiciones de urbanismo. De modo que en la zona rural, la pobreza extrema pasó del 6.3% al 7.3% en un año. Mientras que la pobreza relativa pasó de los 16.9% a los 17.6%. En el área urbana, el crecimiento de la pobreza ha sido relativamente mayor, totalizando un incremento del 2.6%. Esto es así por la relación entre la pobreza extrema y relativa; de modo que la pobreza extrema pasó e los 10.4% a los 10.8% en un año. Mientras que la pobreza relativa pasó de los 16.6% a los 18.8% en el mismo período.
