La administración estadounidense anunció este miércoles que el presidente Donald Trump ha suspendido por seis meses la aplicación del Título III de la Ley para la Libertad y la Solidaridad Democrática Cubana, conocida como Ley Helms-Burton contra Cuba, lo que constituye una clara señal de que Donald Trump no está revirtiendo por completo la política de su antecesor, Barack Obama, hacia la isla.
La ley fundamental de EEUU para la Isla, es la Helms-Burton, pues recopila en una sola legislación todas las disposiciones del embargo y las condiciones para su levantamiento.
Específicamente, el Capítulo III de la ley se refiere a los derechos que otorgan las autoridades a empresas para demandar a quienes realicen negocios con propiedades norteamericanas, confiscadas por el Gobierno cubano después de 1959.
La suspensión de la provisión, que deja sin efecto ese derecho, se ha venido renovando cada seis meses en los últimos años.
La Helms-Burton castiga a empresas foráneas que hacen negocios en Cuba; permite promover demandas contra compañías o personas que usen bienes expropiados por el régimen castrista a ciudadanos o empresas estadounidenses, de igual modo niega el ingreso a territorio norteamericano de directivos de esas firmas que violen la ley.
El mencionado Título III permitiría a todos los norteamericanos establecer un litigio civil en las cortes contra aquellos que trafiquen o se beneficien de las propiedades que les expropió el castrismo. La demanda puede estar orientada, hacia el Gobierno cubano, o contra una empresa o ciudadano privado.
Faculta también a los cubanos que se naturalizaron estadounidenses para sumar sus reclamos a las demandas de empresas y ciudadanos norteamericanos certificadas por la Comisión de Ajuste de Reclamaciones en el Extranjero hasta el 6 de julio de 1972.
Esta suspensión es lo que habitualmente han decretado los mandatarios estadounidenses, ya sean demócratas o republicanos. Barack Obama del Partido Demócrata, al igual que Bill Clinton del mismo partido, y George W. Bush, republicano prorrogaron la suspensión del Capítulo III de la Helms- Burton, por el mismo período que lo ha hecho ahora Trump.
Aunque el actual mandatario ha introducido cambios en el acercamiento de Obama -el cierre a todo tipo de turismo encubierto de los estadounidenses en la isla y el veto a los negocios con empresas controladas por las fuerzas armadas cubanas-, Trump no lo ha revertido ni ha roto las relaciones diplomáticas retomadas por Washington y La Habana en 2015 tras más de 50 años de ruptura.
La administración Trump anunció su primera renovación por medio año más el pasado 14 de julio, un mes después de que el mandatario anunciara su nueva política hacia Cuba en Miami. Según el comunicado del Departamento de Estado, la prolongación de la suspensión cuenta a partir del 1 de febrero.