Una propuesta de reforma constitucional para ampliar los horarios de trabajo hasta doce horas, fue presentada a la 158 sesión plenaria de la Asamblea Legislativa, el pasado jueves 22 de marzo. La propuesta pretende flexibilizar los horarios de trabajo conforme a demandas laborales requeridas a nivel global, y sostiene que no vulnera los derechos al sector laboral.
No obstante, organizaciones de sindicalistas, empresarios y campesinos denuncian que la propuesta podría impactar negativamente los derechos de los trabajadores, vulnerar las condiciones sanitarias y elevar los gastos requeridos, situación por la que demanda su desaprobación ante el Ministerio de Trabajo y Previsión Social (MTPS) y ante el órgano legislativo.
“Vemos peligroso este tipo de propuestas, ya que consideramos que va en detrimento de los derechos laborales ya conquistados por la clase trabajadora”, expresó Carmen Urquilla, representante de la Organización Salvadoreña por la Paz (ORMUSA), una de las instituciones demandantes. A la denuncia también se ha integrado la Federación de Asociaciones y Sindicatos Independientes de El Salvador (FEASIES).
La propuesta fue presentada y firmada por diez diputados, entre ellos, por la diputada Margarita Escobar; por el diputado José Almendaris, y por el diputado Guillermo Gallegos, de los partidos de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA); del Partido de Concertación Nacional (PCN) y del partido de Gran Alianza para la Unidad Nacional (GANA), respectivamente. Quedaron ausentes del tratado, pues, diputados de los partidos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Cambio Democrático (CD), entre otros.
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La Propuesta
Ha transcurrido al menos una semana desde que la nueva propuesta fue presentada al pleno legislativo, para poner en agenda su discusión. En su contenido, el proyecto de ley demanda la reforma al ordinal sexto del artículo 38 de la Constitución de la República, con lo que pretende flexibilizar las jornadas laborales, y ampliarlas hasta doce horas en lugar de las ocho que propone la ley vigente; que, además, podrán ser distribuidas hasta por seis días a la semana.
“El trabajador y el empleador podrán acordar que el trabajo se realice en jornadas diarias flexibles, distribuidas en un máximo de seis días a la semana, con jornadas ordinarias diarias de hasta doce horas y los días de descanso intermedio que correspondan al acuerdo entre el trabajador y el empleador”, reza el primer inciso de la propuesta de reforma constitucional.
Se definen los legisladores, la propuesta de ley responde a la actualización de las demandas y de las necesidades globales, para obtener un “entre la productividad y los nuevos paradigmas de bienestar de los trabajadores”.
Pero la propuesta no fue compartida por las organizaciones, para quienes existen implicaciones desfavorables para la clase obrera ante la ampliación de las jornadas laborales. Según ellos, el incremento de jornadas reduce la eficiencia, en la medida en que el estrés laboral deteriora su salud.
“Se ha demostrado que laborar más de ocho horas acelera la pérdida gradual de las capacidades para desempeñar eficientemente un trabajo o promueve la aparición temprana de enfermedades irreversibles”, comunicó ORMUSA.
En suma, la organización alerta que las implicaciones sanitarias sobre los trabajadores podría elevar el gasto público hospitalario, beneficio del que sólo gozaría el 25% de la población con trabajo formal.
No obstante, ante el riesgo de implicaciones sanitarias, la nueva propuesta establece la interrupción de las jornadas ante complicaciones biológicas; lo que hará posible la redistribución del trabajo en dos jornadas.
“La ley determinará la extensión de las pausas que habrán de interrumpir la jornada cuando, atendiendo a causas biológicas, el ritmo de las tareas así lo exija y la de aquellas que deberán mediar entre dos jornadas”, establece la propuesta.
El resto de los articulados de la nueva propuesta no son diferentes a los de la norma vigente. Sin embargo, tanto los horarios de trabajo diurno y los nocturnos permanecerán podrán llegar hasta las doce horas.
Para ORMUSA, la ampliación de jornadas podría impactar negativamente sobre las condiciones de trabajo, sobretodo en las de los trabajadores que se desplazan desde largas distancias para llegar a su trabajo; en suma, la situación delictiva podría atentar sobre sus vidas durante los traslados.
“En el caso de las mujeres, este tipo de jornadas puede provocar aumentos en el número de horas de trabajo no remuneradas. Es decir, después de trabajar las doce horas en la empresa, es probable que éstas mujeres vayan a sus hogares y tengan que seguir haciendo otro tipo de trabajos no remunerados. Es decir, el trabajo doméstico, el trabajo los cuidados que se realiza al interior de los hogares”, detalló Urquilla.
De momento, la propuesta aún no ha sido dialogada ni ratificada en el congreso salvadoreño. Además, al menos cinco de los diputados que firmaron la propuesta serán sustituidos por la nueva aritmética legislativa. Y, de no consolidar acuerdos para la aprobación y ratificación de la propuesta, deberá ser tramitada a la entrante Asamblea Legislativa.
Por otra parte, el sector sindical y de trabajadores remunerados ha manifestado su concurrencia en las acciones de denuncia, que formarán parte de las consigas del próximo 1 de mayo, fecha en la que se celebra el día Internacional del Trabajador.
“Estamos demandando, estamos dando la pelea; y qué mejor que el primero de mayo vamos a seguir demandando. Estamos llamando a la unidad, a fortalecer al organización sindical”, declaró la representante de FEASIES.
