Wall Street no consiguió salvarse este martes del segundo día consecutivo de desplome para Boeing, afectado por el accidente del domingo de Ethiopian Airlines y las dudas que ha suscitado su modelo Airbus 737 MAX, que llevó al Dow Jones de Industriales a cerrar en rojo.
El indicador de referencia del parqué neoyorquino sí que pudo esquivar el terreno negativo ayer, con la ayuda de una subida de las acciones de Apple, pero hoy quedó irremediablemente en negativo lastrado por una importante caída del 6.15 % de Boeing.
De poco le ha servido al fabricante de aviones estadounidense el respaldo recibido por la autoridad de aviación de su país (FAA), que hoy se ha negado a suspender los vuelos del Airbus 737 MAX y que asegura no tener ningún indicio de que estos aparatos son los culpables del accidente del domingo.
Pero una larga lista de países del mundo, como China, Indonesia, Singapur, Australia, además de naciones africanas, europeas, y sudamericanas, han adoptado una postura más precavida y han anunciado que este aparato en concreto no se utilizará hasta que se sepan las causas del accidente de Etiopía.
La razón es que las circunstancias del suceso son similares a las de un vuelo de Lion Air hace menos de cinco meses en las que otro Airbus 737 MAX, un modelo nuevo que en su día recibió las críticas de varias asociaciones de pilotos por los cambios del control de mandos, se estrelló también pocos minutos después de despegar.
Así, las acciones de Boeing se han devaluado en el Dow Jones cerca de un 11.5 % en sólo dos días, liderando hoy de lejos las caídas del día y lastrando el índice, que cerró con un descenso del 0.38%.
Sin embargo, el S&P 500 y el Nasdaq acabaron en verde tras verse beneficiados por varios datos sobre la inflación de los precios del consumidor en EE.UU., que subió un 0.2 % en febrero, lo que cumplió con las expectativas de los analistas y supuso un alivio momentáneo ante los temores de los analistas de una ralentización de la economía.
