Cristóbal Colón y los derechos humanos

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Quince años después, durante la colonización, el 95% de esa población había desaparecido, en lo que Steven Krantz llama con justicia ¨el mayor desastre demográfico de toda la historia.¨ 

Por Myrna López Águila

Hemos NO – celebrado el 12 de octubre. Hace  quinientos treinta años en que el almirante Cristóbal Colón por primera vez arribó a tierras americanas, creyendo que había llegado a la India.

Organizaciones indigenistas a lo largo del continente han escrito  con diferentes formas, tonos y matices   que no hay nada que celebrar, que no tenemos porqué celebrar que una partida de rufianes haya llegado a una América pura, limpia, y que nos hayan envilecido, esclavizado, humillado.

Los estudiosos demográficos usando diferentes métodos de investigación calculan que en el nuevo continente había, en 1492, entre los 55 a los 70 millones de personas. Notable, el estudio de Alex Koch y otros aparecido en Quaternary Science Reviews en marzo de 2019 que lo  sitúa en 60 millones. Esto  en un periodo en que la población de España y Portugal JUNTAS no llegaba a los 10 millones.

Quince años después, durante la colonización, el 95% de esa población había desaparecido, en lo que Steven Krantz llama con justicia ¨el mayor desastre demográfico de toda la historia.¨ 

¿Qué había pasado? Cómo es posible que un sistema de colonización  como el que habían impuesto los españoles, basado en la explotación de la fuerza de trabajo de los indios mediante la esclavitud fuera tan estúpido de eliminar a los indios, fuente de su riqueza, necesarios para la extracción o cultivo de lo que fuere?

El ecólogo Jared Diamond  en su trabajo ¨Guns, germs and steel,  a short history for everybody for the last 1300 years¨ dice literalmente.

¨La viruela, Tifus, Sarampión, y otras enfermedades endémicas tuvieron un papel decisivo  en la conquista europea al diezmar pueblos de otros continentes.¨  Por ejemplo, una epidemia de viruela devastó a los Aztecas tras el fracaso del primer ataque español  comandado por Hernán Cortez en 1520 y mató a Cuatilahuatl, su sucesor, y un hombre aparentemente más capacitado militar y políticamente que el emperador, probablemente demasiado influido por la creencia de que Cortés fuera  una deidad: Tonathiu ( El Sol).

 La mayoría de los investigadores creen que las enfermedades endémicas europeas y africanas diezmaron hasta el 90- 95% de la población americana en menos de diez años. Muchas veces, el sarampión, la viruela, la tosferina, o el tifus  llegaban a las poblaciones, diezmándolas, mucho antes de que los españoles aparecieran en persona.

Los españoles que llegaron a América, eran en su mayoría, analfabetas reclutados entre los miserables de su sociedad, dispuestos a dejar la vida en una campaña que podía cambairle esa vida miserable y convertirlos en ricos caballeros, única posibilidad en su imaginario medieval de vivir una vida que mereciera ser vivida. Presas fáciles de todas las leyendas sobre el oro que había en América, capaces de pasarse la vida buscando esas ciudades de oro que nunca aparecieron. 

Tenían, como toda la gente de la edad media, una mentalidad supersticiosa, patriarcal y severamente autoritaria. En España hay por lo menos un centenar de museos que muestran las torturas  a  las que la iglesia y el estado sometían a la población por  hechos que hoy ni siquiera se consideran faltas, y menos delitos.

La historia europea de la Edad Media es una larga lista de guerras y conquistas, a cual más cruel e inhumana.

España había sido  invadida en los últimos mil  años por una infinidad de conquistadores, desde los romanos, alanos, suevos, bárbaros, vándalos, godos etc… y las reglas de los invasores eran el sometimiento absoluto  de los conquistados, esclavización y dominio. Cuando ocurría  la conquista de América, los reyes de Castilla, Isabel y Fernando, acababan de  luchar las últimas campañas de la reconquista para expulsar a los árabes del suelo español. El  2 de Enero de 1492, los reyes de España contemplan, desde Granada, la salida de los musulmanes, y la entrega de las llaves de la ciudad por Boabdill. Ese mismo año, el 3 de agosto, zarpaba Colón para las Indias, y atravesaba el ¨non plus ultra¨, el lugar en donde su tripulación creía que terminaba el mundo y los barcos se precipitaban el vacío, pero en vez de esto, el 12 de octubre, Colón arriba a La Española, después de  dos largos meses de lucha con el mar y toma posesión a nombre de Castilla, ya que  España todavía no era un país, sino que  una especie de  alianza de los reinos de Castilla, León, Navarra y Aragón.

Tan tarde como en el siglo XIX, lo franceses estaban intentando invadir España.  Más que el sentimiento de ser ¨españoles¨ fue este constante peligro lo que unió a todos esos pequeños reinos de lo que hoy es España.

Con esta mentalidad  de conquista, sometimiento  y ataque como forma de defensa llegaron a América los llamados conquistadores. Habría sido sumamente extraño que tuvieran otra mentalidad…

 En América había grandes civilizaciones, así como partes menos desarrolladas donde había grupos cazadores y recolectores, como en parte del actual territorio de USA o  en la actual  Venezuela, el tapón del Darién, etc. Había grupos de desarrollo medio,  pero había también grandes civilizaciones como el imperio Azteca,  los Mayas, en decadencia, o los Incas en el sur.

El imperio Azteca, que dominaba lo que  hoy los antropólogos conocen como ¨mesoamérica¨. Es decir,  lo que hoy es Centroamérica, hasta el golfo de Nicoya  y  parte de México.

 La gran urbe imperial, Tenochtitlan,  el imperio Mexica o Azteca, con sus elegantes calzadas y acueductos puede haber tenido  unos cien mil habitantes,  cuando en ese momento, las grandes urbes, como Londres, tenían unos cuarenta mil.  Dominaba  cientos de pueblos tributarios de otras etnias en su derredor. Este imperialismo tributario, basado en lazos de sangre era excluyente y  tenía una organización tribal que justificaba la opresión  el castigo o la muerte de los no pertenecientes al grupo.

Marx  en el tercer tomo de Das Kapital lo llamó (equivocadamente) modo de producción asiático, por su estructura basada en las relaciones tribales y los lazos de sangre, así como por la modernísima infraestructura de acueductos y regadíos, una obra ingeniera que sorprende aún ahora.

Todos los pueblos al sur de Tenochtitlan, la gran urbe, eran tributarios del imperio Azteca, incluidos los civilizados mayas, o estaban en guerra contra los Aztecas. Los tributos, cobrados  con sangre, consistían en esclavos, metales  o joyas, y una parte de la  cosecha de los pueblos tributarios. Los esclavos eran destinados al trabajo, servicios, o sacrificios rituales. Esta relaciones están descritas magistralmente en la película ¨Apocalipto” dirigida por Mel Gibson, hablada en Nahuatl y basada en una ingente investigación histórica, antropológica, etnográfica y arqueológica. Las estelas mayas descifradas recientemente hablas de un pasado cruel y violento.

Y aún así, veo que alguien escribe:

¨Eramos hijos del sol, y nos convirtieron en esclavos¨ en una de esas apasionadas y edulcoradas diatribas contra el 12 de octubre en  el que no hay nada que celebrar.

Esto me recuerda a mi vecinita de diez años en El Salvador que soñaba con ser Sissy Emperatriz, y que no sabía que el imperio Austro-Húngaro había sometido a la miseria en un naciente capitalismo industrial a las poblaciones obreras, y que las posibilidades de ser Sissy, si hubiera nacido en Viena eran como de una entre un millón..

Sin duda que hubo espantosos abusos de los esclavistas y encomenderos, a pesar de las múltiples leyes que se dictaban en España para proteger a los americanos. La avaricia  y la avidez de riquezas son difíciles de controlar a más de quince mil kilómetros de distancia. La corona española hizo lo que pudo por proteger a los americanos, sus súbditos, sobre todo porque estaba consciente que eran la base de la riqueza que podía extraerse de América. Pero los españoles en América, y más tarde los criollos, hicieron todo lo que pudieron por burlar esas leyes en beneficio propio y acumular riquezas ilícitas que hoy son esas mismas riquezas que ostentan las oligarquías de nuestros países. Eso motivó la independencia. Librarse de la corona española y seguir explotando estas riquezas sin darle cuentas a ninguna potencia europea. Porque tan tarde como en el siglo XIX  Francia, Holanda y Alemania, pero sobre todo Inglaterra que llegó a legalizar la piratería y Bélgica que cometió atrocidades en Congo,  se enriquecían con el tráfico de esclavos. Inglaterra provocó un verdadero genocidio en el norte del continente, porque su política fue la de acabar con los indios  y traer esclavos africanos para sus plantaciones de algodón del sur.

El 12 de octubre una parte del mundo conoció a la otra, de la única manera que sabía: La conquista. Y yo me pregunto: ¿Cuál es la ganancia para nosotros los iberoamericanos  actuales  seguir empeñados en juzgar aquellas circunstancias históricas con los parámetros de hoy? Porque aunque los historiadores no sepan todo, y tengan que argumentar para sus hipótesis con hechos más o menos fraccionados, si hay un hecho contundente que podríamos asegurar sin ninguna duda:

Ni  Cristóbal Colón por una parte ni Hernán Cortés, Pedro de Alvarado o Pizarro, o ninguno de los conquistadores conocía el concepto de ¨derechos humanos¨. Nunca  oyeron hablar de las comisiones de derechos humanos, ni de la ONU.

Así, el ser juzgados fuera del imaginario de su  época es de un absurdo más grande que la misma Tenochtitlan.

Por otra parte, la población de toda Latinoamérica, con algunas excepciones en el norte de Guatemala, Bolivia, o Perú,  es eminentemente mestiza. O sea, que aquellas crueldades que los españoles cometieron contra los indios americanos, las cometieron MIS abuelos contra mis otros abuelos. De qué manera puede esto ser el socorrido pretexto para seguir siendo atrasados, patriarcales, autoritarios y seguir echando a a la conquista la culpa de todo esto? Porque somos tan dados a creer lo que nos sirven masticado las versiones interesadas  e ideologizadas de la historia en vez de descubrir los hechos que en verdad  nos conciernen?

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Myrna López Águila
Myrna López Águila
La autora es Socióloga,  trabajadora  social y escritora. Se conoció como "Renata" en el seno de la insurgencia; es veterana combatiente del FMLN, el cual fue purgada a finales de los 80. Colaboradora de ContraPunto.
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