Tras la llegada de Donald Trump analistas, Gobiernos y medios han puesto sus ojos en México y en lo que podría significar una nueva política migratoria de EEUU para el país vecino, sin embargo, los países centroamericanos del llamado Triángulo Norte -Guatemala, Honduras y El Salvador- que podrían ver más afectados por un cambio brusco en las políticas migratorias.
Aunque México pone la mayor parte de los migrantes hispanos viviendo en EEUU, en términos de efectos económicos que tienen en su país de origen, la situación se ve muy diferente.
Con alrededor de un 2% Producto Interno Bruto (PIB), las remesas no tienen un mayor impacto en la economía mexicana. Todo lo contrario en el Triángulo Norte: según cifras del Banco Mundial, en Guatemala, las remesas constituyen un 10% de la economía, en El Salvador y Honduras llegan incluso hasta más del 15% del PIB. Por lo tanto, una deportación masiva de migrantes de EEUU tendría fuertes repercusiones económicas y sociales en estos países.
"Se pueden ver seriamente afectados por las condiciones económicas que significa una pérdida de la contribución de remesas que hace la población migrante", dice Úrsula Roldán, directora del Instituto de Investigación sobre Dinámicas Globales y Territoriales de la Universidad Rafael Landívar en Guatemala.
Destaca que "las condiciones de pobreza no han empeorado más por la migración a EEUU", algo que podría cambiar en un futuro cercano.
Por el momento, todavía reina la incertidumbre. “No estamos seguros hasta dónde llegarán las políticas migratorias del nuevo Presidente Trump", dice Lisa Haugaard, directora de la ONG estadounidense Latin America Working Group.
Un ejemplo de una orden ejecutiva es la llamada Acción diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés). Esta política beneficia a migrantes indocumentados que llegaron a EEUU de niños y que tienen un cierto grado de educación, dándoles una residencia temporal, acceso a becas universitarias y permisos de trabajo.
Según Haugaard, "Trump ya ha dicho que lo va a revocar". Otra política que puede cambiar con el nuevo gobierno es el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés). Actualmente, muchos centroamericanos especialmente de El Salvador y Honduras gozan de este estatus, ya que llegaron a EEUU huyendo de diferentes desastres naturales en sus países.
"El gobierno de Trump podría fácilmente revocar esta política, así afectando a millones de personas", dice Haugaard.