A los trabajadores del Ministerio de Cultura, a los artistas en general y a las nuevas autoridades que tomarán posesión del nuevo gobierno el próximo 1 de junio de 2019.
En los últimos días ha salido a flote la denuncia sobre supuestas prácticas corruptas de parte de algunos funcionarios despiadados dentro del actual gobierno que están implementando antes que se produzca la toma de posición.
En el caso específico del Ministerio de Cultura son prácticas que se vienen dando desde hace meses, las cuales han sido denunciadas por los trabajadores y el Sindicato sin recibir ninguna respuesta de las autoridades que se han hecho de oídos sordos ante este tipo de reclamos, actuando de manera impune con la presunta idea tal vez, de sabotear al nuevo gobierno favoreciendo intereses políticos del partido gobernante.
La verdad no sé qué resultados arrojaría la solicitud de hacer una auditoria de ese tipo pues ya en anteriores años se había solicitado que se haría algo similar con relación a una serie de arbitrariedades cometidas por pasadas administraciones como fue el caso de llegar al descaro de instalar un negocio particular en el corazón del Museo Nacional de Antropología MUNA en beneficio de la hija de Magdalena Granadino, utilizando los recursos del estado de la manera más descarada y también impune, en uno de los periodos más nefastos de estos desperdiciados 10 años en que tanto los titulares, como la Secretaría de Cultura del FMLN y la Casa Presidencial han tenido directa responsabilidad.
Haciendo un recuento de ese pasado recuerdo que durante ese tiempo estalló en SECULTURA un paro laboral que ha sido el paro más prolongado de la historia de la Institución Cultural del Estado y de la misma forma las máximas autoridades de gobierno se hacían los sordos y ciegos ante lo que estaba sucediendo. Recuerdo que le pedí en esa ocasión a Lorena Peña que tomaran cartas en el asunto que pusieran atención a las arbitrariedades que estaba cometiendo Magdalena Granadino y ella me contestó: “Que no tenía tiempo para ocuparse de quejas sobre Granadino y que ellos tenían prioridades mucho más importantes”. Cuando el paro laboral avanzó Magdalena Granadino solicitó la intervención de la fuerzas del orden UMO con el objetivo de desalojaran y reprimir a los trabajadores en los diferentes espacios que se habían tomado y nuevamente acudí a la sede de la Secretaría del FMLN para hablar con Lorena Peña y exponerle la gravedad de la situación y que los trabajadores de la cultura serian reprimidos por la fuerza élite de la policía en pocas horas a solicitud de la titular y que pararan eso. Hablé en esa ocasión con Will Zepeda porque ella no me recibió seguramente porque tenía cosas más importantes y prioritarias a tener que ocuparse de una arremetida represiva de parte de fuerza elite de la policía (UMO) en contra de los trabajadores de SECULTURA. Por fortuna al día siguiente se acabó la huelga y fue unos de los últimos acontecimientos penosos y desagradables de ese periodo del gobierno de Mauricio Funes y el FMLN con relación a la cultura.
Antes de iniciar el gobierno de Salvador Sánchez Cerén, nos reunimos varios artistas entre ellos recuerdo a Cesar Menéndez, André Guttfreund, Breni Cuenca, Susana Reyes, Germán Cáceres y otros miembros de SECULTURA y le hicimos llegar una carta al Presidente de la República en la cual le hacíamos varias sugerencias y le enviamos varios nombres de personalidades con trayectoria en el campo de la cultura, gente honorable que pudiese dirigir la Institución Cultural del Estado en ese tiempo SECULTURA. Una vez más fuimos ignorados y esa carta jamás el presidente la contestó y lo más seguro que ni la leyó. Una vez más Lorena Peña decidió nombrar al Dr. Ramón Rivas como titular porque era alguien de absoluta confianza del FMLN. Resultado: pues fue todo un descalabro que ya muchos conocemos. Ya para esas alturas en la Institución cultural reinaba la desesperanza, el desencanto, el abandono y la desidia y para mayor desidia, el Presidente Sánchez Cerén tomó la decisión de nombrar a Silvia Elena Regalado y así hemos llegado hasta estos días.
Vuelvo y repito, no sé qué resultado traerá el solicitar una investigación penal para esos funcionarios que se han prestado para esas prácticas corruptas pero sin lugar a dudas, se hace necesario que los funcionarios rindan cuentas a la sociedad de manera obligatoria y una de nuestras exigencias como trabajadores de la Institución del Estado es exigirle a las nuevas autoridades que tomarán posesión el 1 de junio que terminen definitivamente con toda una maquinaria administrativa que ha sido impuesta en el Ministerio de Cultura y que propicia que las decisiones administrativas estén por encima de las prioridades culturales. Que se termine con esa monstruosa maquinaria impuesta desde Casa Presidencial desde los inicios de Mauricio Funes, que decide y para a diestra y siniestra los proyectos culturales y los titulares y jefaturas se han prestado para eso en lugar de abolir semejante cosa. El hoy Ministerio de Cultura está entrampado y secuestrado por esa maquinaria administrativa subdesarrollada que es la que impera con un ejército de administradores que son los que deciden. Eso tiene que acabarse de una vez y deberá ser una de nuestras máximas exigencias.
En estos años ha reinado también el abandono, el irrespeto a los artistas, el maltrato y descuido hacia nuestro Patrimonio, la utilización de espacios culturales como si fueran fincas particulares aprobando actividades que nada tienen que ver con la cultura mientras nuestras dependencias y artistas salvadoreños, tienen que mendigar. Se mantienen visiones obsoletas y subdesarrolladas que impiden el éxito de los proyectos en que también prevalece un atraso tecnológico general y un exceso de burocratismo. En estas administraciones no se han podido renovar ni modernizar una serie de espacios públicos como auditorios, teatros, museos, CENAR, orquestas, coros, danza debido a que seguimos dependiendo de un presupuesto paupérrimo porque la cultura no ha sido prioridad en estos gobiernos y por otra parte, no han sabido qué demonios hacer con ella.
Muchos artistas de renombre se alejaron de la Institución cultural del estado y se ha abierto un abismo entre ellos y la institución. Los artistas son por naturaleza son la conciencia crítica de una nación y este gobierno del FMLN ha demostrado que no quiere saber de “conciencia crítica de nada” porque les tiene pavor a los artistas que no considera “obedientes” y prefirió tenerlos lo más lejos posible. Solo les interesó al inicio de sus campañas electorales o en sus acostumbrados eventos de: “pan y circo”.
No por gusto reina la desmotivación y la desesperanza pero soy del criterio también que lamentándonos tampoco resolveremos las cosas y entiendo que muchos estamos agotados de tanta torpeza y corrupción y en ese sentido quiero pedirle al nuevo Sr. Presidente de la República que asumirá su cargo el 1 de junio, que nombre a personas idóneas para que asuman la conducción adecuada del Ministerio de Cultura, que habrá que crear y echarlo andar como se debe, porque dicho Ministerio es hoy por hoy inexistente. Solo hay un organigrama y habrá que refundarlo. Pero para eso hace falta la creación de un equipo de trabajo con personas idóneas y capaces. Personas que sean de probada trayectoria en el campo de la cultura y las artes sin intereses partidarios y que no estén comprometidos con casos de corrupción de ninguna clase y que tengan como prioridad el país.
Por último exhorto a todos a no dejarnos vencer y comenzar a caminar por la senda de progreso y en ese empeño tendrá que involucrase toda la sociedad porque yo me pregunto: ¿Por qué en Uruguay, Chile, Bolivia, Panamá o Costa Rica no existen caravanas de emigrantes que huyen despavoridos ante una situación infernal? ¿Por qué no existe una situación de inseguridad, corrupción política y administrativa, crimen organizado, saqueo del estado, impunidad extrema e inestabilidad política que impera en nuestros países centroamericanos, algo que se ha convertido en uno de los sellos más sobresalientes y vergonzosos que nos identifica? La respuesta a mi modo de ver las cosas, es que son naciones que a pesar que también han tenido un pasado convulso y dictatorial, un día se decidieron encaminar al país por esa senda de progreso y desarrollo, desatándose también de la trampa corrosiva de la “derecha y la izquierda”. Sus mandatarios, políticos, artistas, profesionales, intelectuales, periodistas, obreros, campesinos y la sociedad en general, se decidieron un día hacer las cosas mucho mejores. ¿Por qué los salvadoreños no podemos aspirar a algo similar?
El autor es cineasta salvadoreño y promotor cultural